lunes, 15 de junio de 2015

POEMAS DE ACHA. REMANSO PARTE 3

LA MADRE
1953
Con el cariño con el que cada año se conmemora El Día de la Madre, vuelvo a cantarle en este poema que titulé. . . La madre.

La madre es una rosa.
Sus místicos perfumes
Saturan el ambiente
De esencia misteriosa
Que ensancha al corazón;
Y salen de su seno
Igual que los querubes
La vida de otras vidas
Cual rosas en botón.

La madre es una fuente.
Sus linfas cristalinas
Regando van al mundo
Con gotas de cariño
Cual suave amanecer;
También la sed apaga
Desde que estamos niños
A fuerza de ternura
Con ansias de querer.

La madre es una estrella.
Sus vivos resplandores
Alumbran a los hijos
Sus pasos por doquier;
Así su luz expanden
Sus rayos bienhechores
De noche y en la aurora
Con dulce amanecer.

Las madres es armonía.
Las notas más sonoras
Del arpa de la vida
Las da su corazón;
Al eco de su canto
En dulce melodía,
Se enlazan los afectos
Al ritmo de su amor.

El cielo y el espacio,
La tierra y el sonido,
El mar y las estrellas,
La vida y el amor
En un suave conjunto
De anhelos muy sentidos
Le van diciendo: Madre,
Así es tu corazón.

Inmenso como el cielo;
Como el amor, sublime;
Como el espacio extenso;
Tan grande como el mar.
De ti sale lo noble
Que alegra, que redime,
Lo puro y verdadero
Que nunca ha de cansar.

La cuna es un santuario.
Donde ella, de rodillas
Al Dios de los altares
Ofrece su oración;
Gozosa y satisfecha
Con la oración sencilla
De aquellos dulces cantos
Que da su corazón.

Y sigue por la vida
Solícita y amante,
Buscando para el hijo
El bien y la salud;
Y en ese afán constante
De ser nuestro refugio
No siente la fatiga
Que impone a su virtud.

Las dulces esperanzas,
Sobre su noble pecho,
Palpitan al unísono,
Con gozo y con dolor;
De gozo, si presiente
La dulce bienandanza;
Le duele si vislumbra
Mal pagado su amor.

¡Oh, hijos venturosos,
que veis en vuestra madre
el faro que ilumina
la senda que seguís!
Sabed que es tan hermoso
Decir: ¡Oh, Madre salve!
Porque esa luz divina
Alumbra hasta morir.




SONETO
A SAN ROQUE
1953

Para entrar a un concurso literario con motivo de la fiesta de este año, hice este soneto a San Roque.

Como luz de celeste maravilla
Que subyuga porque alegra al corazón,
Así espera feliz tu Barranquilla
Esta fecha que la llena de emoción.

A ti, llegan en masa confundidos
El noble,  el poderoso,  el escribano
El más humilde  por tu amor unidos
Diciendo en su oración, somos hermanos.

Por eso a ti, la noble Barranquilla
Ensanchado por tu amor su corazón
Te dice que te quiere y que se humilla.

Y con entusiasmo, fiesta y alegría
Con cantos y tambores en este día
Te siente y te proclama su patrón.


Estos  sonetos son trillizos porque brotaron juntos, en una misma inspiración e aquí el primero. . .

SONETO SIN I

Buscando con afán una mañana

Un tema para hacer este soneto
Asomada al marco de la ventana
Capté una forma que entraba por el techo.

Era un ave de colores tan extraños
Que al verla se asustó hasta la gata
Que a saltos, expuesta a hacerse daño
Volaba por la casa en cuatro patas.

Era guapa como fea el ave aquella
Paseó la casa en saltos, tan serena
Como buscando un placer en su faena.

La gala entre medrosa y asustada,
Revuelta en los trastos de la mesa
En ataques convulsos pataleaba.



SONETO SIN O


Vivir para sufrir, esa es la vida

Sufrir en calma nuestra suerte; es
Alcanzar para el final de la partida
La dulce dicha que vendrá después.

Si vives para el bien tienes la esencia
De alcanzar la ventura en realidad,
En el bien, la dicha, la existencia
Es alegre y tranquila de verdad.

Si la pena taladra vuestra alma
Si bebes la hiel de la amargura
Y esperas el bien en la ansiedad.

Busca la fe, que en ella tendrás calma,
Ella tiene suavidades y ternura
Y al final, te dará la palma.



SONETO SIN U

1953


Llegó el amor al corazón llamando

En ese instante el corazón dormía
El amor, triste se alojó llorando
El pobre corazón no respondía.

Despierto el corazón siente desvío
Este presiente y con dolor palpita,
Algo pasó, Señor, en torno mío
Siento tan hondo y mi ser se agita.

Así de cerca va el amor pasando
Toca y se aleja, sino estás alerta
Hasta  otro corazón solicitando.

Y el amor tan ligero y atrevido
Siempre toca al estar despierta
Entra dejando al corazón vencido.




LA SONRISA DE LA MONJA

1953

No es para el mundo tu sonreír
Es para el alma que sufre y llora,
Así sonriendo sabes sufrir
Con tu sonrisa al cielo imploras.

Buscas el claustro porque tu celo
Allí se agiganta para la lucha,
Allí te sientes muy cerca al cielo
De allí directo Dios os escucha.

Lejos  del ruido, de la quimera
Del mundo vano; vas satisfecha
Dejando al mundo que bulla afuera
Para ofrecer a Dios tus endechas.

Nada te importa si fue escogida
Tu alma selecta, para que laves
Con tus bondades la pobre herida
Del alma enferma que nadie sabe.

Tierna sonrisa tu rostro dulce
Esboza siempre ante el dolor,
Así un tributo tu vida cumple
Mezclando el llanto con el amor.

Nadie comprende que sobre el pecho
De hija, de madre, de esposa fiel,
Llevas prendida con sus  derechos
De Dios la gracia con tu querer.

Alma escogida, dulce y austera
¿Qué fuera el mundo sin tu bondad?
Una sonrisa lleva en bandera
 Arma y escudo, tu alma triunfal.

Y cuando el mundo lanza sus dardos
Creyendo herirte con estrechez,
Una sonrisa tienen, tus labios
En represalia para el soez.

Alma de niña, manos de madre
Faro y consuelo de la niñez,
Dulce esperanza cuando taladre
La pena el alma de la vejez.

Y de rodillas en los altares
Desagraviando vas al Señor,
Rezas y pides porque los males
De los mortales alivie Dios.

Para una invitación a un baile de carnaval, para complacer a mis hijas, escribí. . .

LOS PACHUCOS SE DIVIERTEN

1953

Estimado señor Director

Y demás acompañantes:
Un saludo y un favor
Mando y pido al instante.

Para su Majestad
Carolina Primera:
Un saludo especial
A su gracia hechicera.

Los pachucos se divierten
Sábado de Carnaval
Y para que los conozca la gente
Aquí los voy a nombrar    


Ramiro Torres (El fantasma)
Será nuestro capitán,
José Mercado (El coreano)
También entrará a bailar.

Alfonso De La Espriella
(Como espagueti) será,
confiando en su buena estrella
un bailador de verdad.

Armando Vengoechea
Alias muñeco es
Y benjamín Eljaedue (El turco)
Bailarán ahora y después.

(El tigre) Gabriel García,
Augusto Piñeres (resorte)
Presentarán ese día
De su destreza, un derroche.

Oswaldo Criales (Urol)
Con su gran habilidad,
A Miguel Barrios (Picaflor)
No se lo había de ganar.

Y como aquí será el fuerte
Pedimos al Director
Que baile para honor
De los pachucos se divierten.

Y como no ha de faltar
Las parejas a porfía
Bailarán Olga, Carmelay
Regina, Yadyra Georgina y Sofía.

Las otras irán en cola
Para acabar la jarana
Y así, rodará la bola.
De usted, Señor Director,
Agradeciendo el favor.
Firma, la Capitana.



VILLANCICOS

1953

CORO
Niño de mi vida,
Dame tu cariño.
Niño del amor
Y tu bendición.

¡Ven, Oh, Jesús mío!
A mi corazón
Que esperamos todos
Poderte decir,
Aquí está mi vida
Niño del amor
Danos tu cariño
Y tu bendición.

CORO

Danos el regalo
De tu corazón
Que lo devolvamos
Cubierto de amor
Para que en la vida
Podamos tener
Parte de tu herida
Y de tu gran poder.

CORO

Y tu madre buena

Sea nuestra abogada
 Nuestra celadora
Y nuestra guardiana;
Y luego, en el cielo
Con tu resplandor
Directo lleguemos
Al trono de Dios.



AMOR IDEAL

1953

Nació un amor bajo el feliz alero

De un hogar placentero y generoso
Y dos tiernos corazones fueron
Presa en las redes de ese amor hermoso.

Se amaron en silencio, confundido
El inmenso volcán que hervía en sus pechos
Con el dulce y reposado conque unidos
La vida les legaba un mismo techo.

(Un hombre ya, la suerte separaba
con visos de tragedia aquellas vidas
un porvenir la vida reclamaba
y a buscarlo se fue tras la partida.

Nunca fue la inconstancia la culpable
Pues siempre cariñoso y muy atento
Las cartas no escasearon, tan amables
Mensajeras de dicha y de contento.

Y ni aún la ausencia traslucir quería
De aquella llama el fuego verdadero
Tan feliz y contenta se sentía
La dulce niña en su sueño placentero.

Era una llama que encendida a solas
Estaba expuesta a sucumbir un día
Para romper al corazón que todas
Sus ilusiones en ese amor ponía.

Nunca hablaron de amor pero, se amaban
Con esa fuerza del amor primero
Ni lejos ni de cerca se olvidaban
Fue un amor siempre puro y verdadero.

Otra mujer apareció en la vida
De aquellos seres puros e inocentes
Como una sierpe, sigilosa y atrevida
Mató la dicha del amor más fuerte.

Y como hombre al encontrar placeres
En unos labios que decía le amaban
Fue sembrando al fin con sus desdenes
El recelo en el alma de su amada.

Y pasaron dos años en silencio
Suficiente a los dos para engañarse
Y tranquilos sellaron el tormento
Que escogieron sus almas al amarse.

Él casado sin amor, no encontró calma
Porque a su pecho, el fuego de otro amor ardía.
Ella, casada también, fue desgraciada
Porque ya su corazón no respondía.

Fue después de los años que supieron
Que sus almas nacieron para amarse
Que era grande ese amor y verdadero
Que solo con la muerte iba a acabarse.

Pero al abismo de sus almas rotas
Por el engaño, el dolor y la agonía
Llevaban el deber como la nota
Que en su lucha y afán los sostenía.

Nadie supo ese amor, sólo el destino
Que a voces juega con el alma buena
Los puso nuevamente en el camino
Cuando víctimas eran de la pena.

Y en un grito que arrancó la angustia
Fue el desbordar del corazón maltrecho,
Al encontrar en las facciones mustias
Todo el dolor de un corazón desecho.

¿Qué he de hacer para curar la herida
que está sangrando en tu adorado pecho?
Mi sangre toda la daré vertida
Gota a gota, es tuya por derecho.

Somos hijos de Dios y no podemos
Sucumbir al dolor de una mentira
Por el Dios que adoramos y en el que creemos
Juremos con amor curar la herida

Calla. Y si invocas a Dios sufre y espera
Que su gran caridad nos dará calma
Nunca acerques las manos a la hoguera
Y menos si la que arde es nuestra alma.

Porque esta llama que inocente un día
Brotó tan clara cual el agua pura.
Hoy, puede convertirse en felonía
Perdiendo su valor y su hermosura.

Nos separa un abismo, un sacramento
Que ingenuamente nos ligó a otras vidas,
Nos separa el deber y hasta el momento
De dejar de existir, a ellas nos liga.

Sin poder olvidar busca la calma
En el santo refugio del olvido.
Dios para las penas de las almas
Que luchan y combaten, es amigo.

Cierra tu corazón pero ama siempre
A la que en vano y a su pesar te quiere
Dios, el bueno, el santo, el justo y el clemente
Perdona el amor que es puro y que no muere.

Y es puro este amor, aunque prohibido,
Que con dolores alimentó su vida
Nunca puede existir ni había existido
Quien cierre al amor la abierta herida.


Así sellaron ante Dios, un pacto
De fe y amor, dos tristes corazones
Y eternamente vivirá aquel acto
Como el dulce acabar las ilusiones.



MI DOLOR

1954

Me duele el corazón, empeño vano,
Es dar a mi dolor un lenitivo;
He de llevarlo siempre de la mano
Pues más que ser de mí, nació conmigo.

Si buscar he querido por la vida
El punto en qué dejar su triste carga
Cuántas veces lo alejo, me castiga
Haciendo mi existencia más amarga.

A veces, la lucha me confunde
Y quiero con placer borrar su huella
Pero encuentro en las dichas de este mundo
La imagen del dolor en todas ellas.

Tal vez será que lo que más anhelo
Se encuentra más allá de lo infinito
No me sacian las dichas de este suelo
Mi afán y mi dolor están escritos.

En todos los amores, he probado
Lo amargo del dolor ¡Oh Dios del cielo!
He sentido mi amor menospreciado,
He llorado de pena sin consuelo.

Por sólo unos instantes me ha dejado
El dolor, mi eterno compañero,
Cuando al pie del altar, he comulgado,
Haciendo de Jesús, mi prisionero.

¡Oh Jesús! Tú por bueno y por clemente
te apiadas tantas veces de mi pena.
Por ti llegué a saber que esa, mi suerte,
La merezco, tal vez no he sido buena.

Pero, Tú que la gloria prometiste
A aquel que con amor llegue a tus plantas
Aquí tienes la vida que me diste.
Recíbela, Señor, tu gracia santa.



LA ABUELITA

1954

¡Oh, Dulce infancia!
Tiernos suspiros
Da el corazón.
Sólo hay recuerdos
De la fragancia
De aquellos tiempos
¡Tierna ilusión!

Tiempos felices
Bajo el alero
De la abuelita.
¡Oh dulce hogar!
Nunca en la vida
Habré de olvidar.

Cuando del juego
Las travesuras
Le molestaban,
Con su ternura
Que nadie nunca
Podrá imitar,
Con unos dulces
Y su sonrisa
Nos alejaba.
¡Oh viejecita!
¿Cuándo tu cara
podré olvidar?

Se fue ella al cielo
Una mañana
Del mes de mayo,
Dulce y tranquila,
Como vivió.
A sus hijos
Dejó el consuelo
De verla alegre
Ante el dolor.

Su alma de niña
Cerró los ojos
Para la vida
Sin una queja,
Sin un doblez.
¡Oh mi viejita!
¡Qué buena eras!
Cómo recuerdo
De tu carita
Dulces recuerdos
De mi niñez.



AL NIÑO DIOS

1954

Niño querido:
Dulce bien mío.
Ven a mi pecho
Que yo lo ansío.

Entre esas pajas
Que son tu lecho
No te incomodas.
¡Oh Niño Dios!

Tu amor de niño
Dulce y tranquilo
Calma mis ansias
Y mis dolores.

Ven a mi pecho.
¡Oh Jesús mío!
No tardes tanto
Que yo lo ansío.

Te ofrezco mi alma
Y la fragancia
De mi cariño
Mis tiernas flores.

Tú dame en cambio
La dulce calma
De amarte siempre
Con toda el alma.

Para en mi pecho
Darte un abrigo
No me desprecies.
Jesús querido.

Para en el cielo
Poder amarte
Y sentir la dicha
De tu consuelo.



EL AMOR

1954
(A Victor Hugo en su primer año)

Se multiplica el amor como las nubes,
Se agiganta en el pecho cuando sube
De un amor a otro amor.

Esencia pura que borrar no puede
El tiempo mismo en su correr fogoso,
Allí do encuentra el alma su reposo,
Está el amor que del amor nos viene.

Tenerte a ti, como si fueras mío,
Orgullosa de ser tu madrecita
Representa en mi amor tu poderío
Dulce amor que mi alma necesita.

Víctor Hugo te llamas para ver cumplido
Un deseo imperante en mi poesía.
A Dios le pido que la musa mía
Sea el eco de mi amor para tu oído.




LA BANDERA

1954

Es, señores, la bandera

Un girón de nuestro suelo,
Que llevamos cual se lleva
En la vida los anhelos

Cuando niños la miramos
Empinada sobre un asta
Y en su honor le dedicamos
Unos versos, nuestras ansias.

Ella lleva de los pechos
El calor y la bravura
Porque pone en su derecho
De la historia, la ternura.

Ella lleva en sus colores
De la madre, el corazón.
Con sus goces y dolores,
Con su vida, con su amor.

En el alma de la novia
Es suspiro, es oración
Una página de historia
Que le canta en su canción.

Para el hombre es el camino
Que conduce hasta el honor,
Cuando cumple su destino
Con la patria y con su Dios.

¡Oh bandera bendecida,
que venero hasta morir!
¿Quién por ti no da la vida?
¿Quién no adora tu existir?


Ahondando en los sentimientos de la dulce amiga Ercilia Camargo M  y a petición de ella escribí. . .

LA MADRE MUERTA
1954

Eras niña no más cuando perdiste
Al ser que más amamos en la vida,
Tan niña que quizá no comprendiste
Lo grande del dolor de esa partida.

Han pasado los años y escondido
Como un tesoro inalcanzable, llevas
Oculto entre tu ser adolorido
La imagen de la madre como era.

Y ese tu corazón adolorido
Emporio de cariño y de dulzura
Lleva siempre la imagen que ha perdido
Como insignia de bien y de ternura.

Entre ella y el hijo no hay distancia
Así la muerte su figura lleve,
Porque aún muerta la madre la fragancia
Y ternura de ese amor es indeleble.

La madre imprime en nuestro ser su vida
Y a cada paso su mirada inquieta
Estrecha más lo que a su ser nos liga
Y aún nos mira así después de muerta.

Dios en su inmensa caridad sublime
Puso ese amor que calma los dolores
Amor que exalta, que anima, que redime,
Que cura la traición de otros amores.

Y desde el cielo para dar consuelo
Al triste ser  que su cariño llora,
Dio la esperanza de que un día en el cielo
Se encontrará con el alma a la que implora.



ASÍ ES LA VIDA

1954

Soneto para  A. L. Gómez


El que hizo añicos con su voz austera

Todas las lacras de la amada patria
Por un designio de su suerte innata
Sufre la insidia de adalid severa.

Su noble pecho por el mal herido
Confió sus luchas y su honor, su nombre,
Envuelto en lodo lo que infama al hombre
Será ultrajado pero no vencido.

Así es la vida y su correr nos dice
Que el mundo insulta y asesina infame
A todo aquel que su bondad derrame.

Desde el momento en que Satán existe
El bueno, el noble, el justo y el clemente
Sufrir y ser odiado, esa es su suerte.



OTRA VEZ

1954
(A San Roque)


Como un tributo que mi alma paga

A tus bondades. ¡Oh Santo amado!
Pongo mis males sobre tu llaga
Para sentirme, ya consolada.

Si sufro y peno por mis pecados,
Si añoro siempre vivir feliz,
Al ver tu llaga y tu cayado
Miro tu gloria, Tú eres así.

De cuantas penas y privaciones
Rodeó tu vida, tu sencillez
Pongo a tus plantas mis oraciones
Unas tras otras, y otra vez.

Quiero con ellas brindarle todo
Lo que agradece mi corazón,
Busco portarme del mismo modo
Que tú lo hiciste para con Dios.

Y en este canto quiero pedirte
Para mi alma triste y enferma
Todo lo grande que tú tuviste
Conque alcanzaste la vida eterna.



A PEDRAZA

1954

Al fin, Pedraza, mi musa inspiras.
Con cosas santas cual lo deseé
Y, en este grito de mi garganta
Con dulces notas, te cantaré.

Tierra querida, tierra de amores
Buena y sencilla donde nací
Al fin llegaste a días mejores
Serás como eras, como te vi.

Tus hombres nobles y diligentes
Buscando medios para tu bien
Poniendo en ello toda su mente
Te harán dulce como un edén.

Y como guardia de tus dominios
Como atalaya de tu virtud,
Con todo el celo de su cariño
El dulce y bueno, Corazón de Jesús.

Serás airosa como otros tiempos
La hospitalaria, noble y leal
Con adelanto ya del momento
Con Dios de escudo de tu ideal.

Así te mira mi inspiración,
Así te siente mi fantasía,
Así te quiere mi corazón,
Así  lo anhela el alma mía.

Y cuando todos quieran cantarle
Cual yo te canto y te venero
Sabrás que solo pensó en amarte
La hija que supo cantar primero.




¡OH, CRISTO!
1954

¡Oh, Cristo Dios! Por mi maldad herido
Cristo Jesús, por mi maldad, maltrecho;
Por mí, sangrando, tu divino pecho;
Azotado tu cuerpo y escupido.

No merezco, Señor, sino tu olvido.
No merezco de Ti sino la muerte
¿Qué te diera, Señor, para quererte?
¿Qué enmendará lo mala que yo he sido?

Para llegar a Ti, yo he comprendido
Que es preciso llegar hasta el olvido
De lo que más amamos en la vida.

Aquí me tienes, Señor, arrepentida.
Cuanto tengo y tendré, será la paga
Conque quiero aliviarte de tus llagas.



FELICITACIÓN

1954
(A Carmelay en su día)

Como siempre en este día

Con todo mi corazón,
Te deseo muchas alegrías
Salud, dinero y amor.

Las tres cosas necesarias
Para ser uno feliz
A manera de plegaria
Las deseo para ti.



SENTIMIENTO

1955
(Para Etelvina en su matrimonio)

“Temblando el corazón, pongo la mano

para estampar aquí mi sentimiento
el corazón del hombre es un arcano
donde se agitan amores y tormentos.”

El corazón de la madre en su empeño
De llenar del deber los requisitos
Y colmar de los hijos, los ensueños
Lleva el peso del dolor y sacrificios.

Noble misión en donde Dios pusiera
Toda la fuerza de su amor bendito,
Permitiendo al corazón que resistiera
El dolor de un amor por el escrito.

La mujer como madre es la ternura
Como esposa abnegada es un consuelo
El amor, el dolor y la ventura
Le vienen de gracia desde el cielo.

Por eso, al darte en mi oración sentida
La dulce unción de mi cariño triste,
Deseo que siempre para ti en la vida
Sea todo el bien que en el mundo existe.

Porque eres buena, comprensiva y noble
Sabrás hacer de vuestro amor un cielo.
El deber, el amor, la dicha, el nombre
Lleva toda mujer siempre en su anhelo.

El hombre amable, comprensivo y bueno
Es un tesoro que nos da la suerte
El corazón de la mujer siempre sereno
Ha de ser su baluarte hasta la muerte.

Y sólo eso, al corazón de madre
Podrá colmar la soledad que deja,
La hija que ha sido sin hacer alarde
Dulce tesoro de una pobre vieja.

Y a Dios con el alma conmovida
Para premiarte como tu mereces,
Le pido que tu esposo sea en tu vida
Amor, consuelo, bienestar con creces.




A SAN ROQUE

1955

Vuelvo a cantar a San Roque en este día

Con la misma ternura de otras veces
Tanto han alcanzado de Él mis preces
Que callar al corazón ya no podría.

San Roque empinado en esa cumbre
Donde lo elevan con amor los corazones
No desdeña jamás las oraciones
Que con llama de fe son como lumbre.

Como todo lo grande, Él es humilde
Como grande y humilde y verdadero
El celo y el amor con que nos sirve.

Y su templo que airoso se levanta
Ha visto a su pueblo muy sincero
Postrarse de rodillas a sus plantas.


TRIBUTO DE AMOR


1955
(Para  Gladys Melania en su matrimonio)

El amor es virtud, es don del cielo,
Nos sostiene y alienta por la vida,
Ennoblece al corazón que con anhelo
Lo lleva en su estandarte como égida.

Si encontramos amor, todo lo hallamos
Porque el amor endulza la existencia,
Y al tenerlo con ansias lo guardamos
Es la imagen de Dios, su misma esencia.

Y son los corazones, el santuario
Donde el ser de rodillas a Él se inmola,
Es fuerte y es valiente y temerario
El noble corazón que lo aprisiona.

Y en aras del deber, el amor pone
Toda su dicha, su pasión más santa
El deber al amor siempre se impone
La vida es sombra ante grandeza tanta.

El cumplir el deber, dulce y lastima
Porque su senda es cruz, es bien, es calma,
El deber como quiera se encamina
A buscar lo sagrado de las almas.

Por eso, su dolor es un consuelo
Cuando lleva del amor, un lenitivo
Es deber de la madre en este suelo
Dejarle al corazón su merecido.

Los hijos son la flor de la existencia
Y la razón de ser de nuestra vida
La llama que alumbra, que calienta,
La que hace que la dicha sea efectiva.

Uno tras otro, como van viniendo
Así se van alejando por la vida,
Unas veces con gozo, otras sufriendo
Y el pobre corazón no se intimida.

No hay pena ni dolor que sean tan fuertes
Para quitar al deber su sacrificio,
El corazón de la madre hasta la muerte
Cumplirá con su deber porque está escrito.

Y por tercera vez, este mi tema
Conque pulso mi lira enternecida
He de estar como siempre tan serena
Brindándole un tributo así a la vida.

Sólo me resta ya pedir al cielo
Para tu corazón dulce y sencillo,
Un gran amor que llene vuestro anhelo,
Y una dicha nimbada de cariño.

Porque sólo el amor podrá premiarte
El dulce bien que con bondades diste
Al triste corazón que en adelante
Sólo te resta pedir que sean felices.

Y en estos versos, como siempre dando
Toda la esencia de mi amor sincero,
Lo mismo que a ti, le digo a Orlando
Deben quererse como yo los quiero.



SAN ROQUE EN BARRANQUILLA

1955

Barranquilla sencilla y generosa

La noble y soberana del trabajo,
Para hacer su historia más hermosa
De allá de Italia, la ciudad airosa
Al más humilde de sus hijos trajo.

Cuando era apenas su progreso un sueño
Sus noble hijos en su afán buscaron
Un baluarte que fuera como dueño
Que en la vida y el alma fuera empeño
Y allá en Mompellier por su bien hallaron.

Y aquí, San Roque en posesión de todos
Los grandes y sencillos corazones
De todas partes levantó en éxodo
Para hacerse así de todos modos
Guardián y refugio en sus acciones.

De todas partes, se levanta en masa
La furia loca de pasión impía
Los hijos de los pueblos ni en su casa
Están seguros, hasta allí les alcanza
El odio, la traición y la falsedad.

Sólo aquí en Barranquilla, la tranquila
La segura y feliz en su destino
Como firme refugio de su vida
Que la ampara y la cuida de la intriga
Está San Roque como fiel amigo.

En furia infame levantose un día
Del noble pueblo el enemigo austero
Llegó a los templos y con saña impía
Profanó con maldad y felonía
Lo más sagrado de este pueblo entero.

Entró a San Nicolás, allí buscando
Cuanto se ama y venera con respeto
En un afán de su querer nefando
Imágenes y todo profanando
Sembró el horror en pueblo tan correcto.

Salió a la calle y en afán osado
De destruir cuanto encuentre y cuanto toque
A todo lo que el pueblo había aclamado
Como suyo y con derecho conquistado
Llegose a las puertas de San Roque.

Pero, ¡Oh, poder del taumaturgo Roque!
Ya va a caer sobre su iglesia el golpe infame
Les mueve el corazón con ese enfoque
De luz y de dulzura que a su toque
Los hace que lo quieran y lo aclaman.

Alguien sale de entre ellos, valeroso
Se planta ante la turba enloquecida,
Con gesto de león y de coloso
Defiende con valor y gesto hermoso
La iglesia de San Roque tan querida.

No paséis de San  Roque los umbrales
No toquéis de esta iglesia una baldosa
Aquí están de Barranquilla, los anales
Aquí están de nuestra fe, los ideales
Es esta nuestra iglesia más hermosa.

Y allí, llegó de la avalancha loca
La furia con que iba destruyendo
San Roque por su fiel abrió la boca
Y al influjo del amor con que nos toca
Se fue del mal la voluntad cayendo.

Y fue San Roque quien salvara un día
De la peste infecciosa a las ciudades
Con el derecho de amor que poseía
Por la fe y el amor que le tenían
Salvó a su iglesia de horrores y de males.

¡Oh poder de San Roque con las almas!
¡Oh poder de San Roque en Barranquilla!
Por él se disfruta de la calma
Y el progreso y la fe baten la palma
En esta tierra que ante él se humilla.

El grande, el poderoso, el escribano,
El triste y el feliz en un derroche
De amor y comprensión como de hermano
Como niños cogidos de la mano
Se acercan a rezar ante San Roque.

Y el tan generoso y comprensivo
Estrecha más y más los corazones,
Por eso todos somos como amigos
Aquí todo se ve tan comprensivo
De San Roque serán los galardones.





A CARMELINA EN SU MATRIMONIO

1955
La estimación y el cariño son algo inmaterial, que los hombres materializan con un regalo el día de los grandes acontecimientos de nuestra vida. Pero, saliendo de los límites de esta rutina como una especialidad de mi cariño, te hice estos versos. . .

AMAR


Amar es dar la dicha, es darlo todo;
Es sentir del amor, la plenitud;
Es hallarse feliz de todos modos,
Es tener en la lucha; la quietud.

Es la vida tan dura y traicionera
En la lucha continua y el afán
Que a veces se muestra tan severa,
Que sentimos dolores al amar.

Por eso, el corazón en su desvelo
De darse todo al corazón que adora
No encuentra otra dicha bajo el cielo
Que ser de aquel amor a toda hora.

Y esto es comprensión y sacrificio
Desinterés y dolor y alegría,
Y Dios en su bondad así lo quiero
El alma debe amar con energía.


Aquí tienes apenas bosquejado
Lo que encierra de noble el matrimonio
Es la nota de un bien muy anhelado
Y de dolores y goces el exordio.

Pero tu alma grande y generosa
Sabía tener de su bondad destellos,
Como siempre  en tu hogar, serás la rosa
Que alegra, que perfuma con tu empeño.

Y con mis versos como siempre elevo
Una tierna plegaria al Dios bendito
Y también, a tu esposo decir debo:
Que sean felices hasta el infinito.



A BOLIVAR

1956

en el libro de los recuerdos de la Quinta de San Pedro Alejandrino escribí. . .


¡Oh, genio inmortal! Hasta tu gloria
ha llegado la hiel del enemigo.
Aquí de tu grandeza está la historia
No serán tus anhelos confundidos.



TERNURA

1956
(En el primer año de Pedro Manuel)

Como el árbol que extiende sus raíces

Para poder sostenerse sobre el suelo
Así surges en mi amor, sin un eclipse
Que empañe la ternura de mi anhelo.

Tú naciste el tercero, con ternura
E inmensa devoción a mi cariño,
Te he visto sonreírme con dulzura
Y he sentido mi amor como de niño.

Y así tu amor que en sartal de gozo
Ha venido a complacerme en mis anhelos
Es en dulzura y amor lo más hermoso
Conque cuento de dichas bajo el cielo.

Complaciente, tierno y dulce como eres,
Será eternamente, así lo espero,
Un pedazo del alma, quien te quiere,
Te deja en estos versos muy sinceros.



VOLVERÁ

1956

SONETO
(Al padre Matutis con motivo de su viaje)



Volverá porque Dios puso en su mano
La fuerza con que hace maravillas
Volverá porque su celo saleciano
Lo necesita el fervor de Barranquilla.

Volverá porque Dios puso en su pecho
La fuerza que perdona a quien lo humilla;
Volverá porque todos sus derechos
Los tiene y los pregona Barranquilla

Volverá porque la caridad aquí lo llama
Y aquí está todo el fruto de su mente
Porque el brote de la fe ya lo reclama.

Porque aquí deja a todos sus hermanos
Y porque el campo segado por su mano
Está listo a brotar nueva simiente.



SONETO ACRÓSTICO

JULIO 16 DE 1956
(A Josefina en su primera comunión)

Junto a tu corazón todo ternura

Oloroso a jazmín y azucena
Sabrás conservar con su hermosura
Esta ofrenda que al quererlo te hace buena

Feliz al verte doblegar la frente
Iniciando tu amor hacia Jesús
No quisiera que nunca, por quererte
Apartaras tu mente de su luz.

Dile muy quedo en tu oración sentida
El gran amor que sientes este día,
Amor sublime que en ofrenda pura

Reinará en tu corazón con su alegría
Como un tributo de amor en su ternura
Ofrécele la fe con que te inspira.

NOCHE BUENA
DICIEMBRE 24 DE 1956
(Dedicada a mis nietecitos: Cecilia, Víctor Hugo y Pedro Manuel Santander Siado)

Una noche de la historia
Nació un niño allá en Belén
Que para el cielo fue gloria
Y para los hombres también.

Tierno niño que en sus brazos
Para darle su calor
Una niña unía los lazos
De los hombres y su Dios.

Los pastores al aviso
De una estrella y de su luz
Se llegaron muy sumisos
Para adorar a Jesús.

Y los reyes que en sus sueños
Por la estrella y su fulgor
Caminaron hasta el dueño
De la vida y del amor.

Caminaron sin dudarlo
Muchas noches, muchos días
Y al fin al encontrarlo
Le adoraron con María.

Y la historia se repite
La llamamos:  Nochebuena;
Es la noche en que persiste
La dulzura nazarena.

Vengan años, vengan siglos
Y su paso no podrá
Arrancarnos al Dios niño
Que nos trae la Navidad.

De otras partes han traído
Nuevos usos para dar
A esta fiesta otro sentido
Y a Jesús así arrancar.

Pero Dios, el infinito,
Con su gracia, con su amor,
Siempre viene así niñito
Para darnos su calor.

NochLA MADRE
1953
Con el cariño con el que cada año se conmemora El Día de la Madre, vuelvo a cantarle en este poema que titulé. . . La madre.

La madre es una rosa.
Sus místicos perfumes
Saturan el ambiente
De esencia misteriosa
Que ensancha al corazón;
Y salen de su seno
Igual que los querubes
La vida de otras vidas
Cual rosas en botón.

La madre es una fuente.
Sus linfas cristalinas
Regando van al mundo
Con gotas de cariño
Cual suave amanecer;
También la sed apaga
Desde que estamos niños
A fuerza de ternura
Con ansias de querer.

La madre es una estrella.
Sus vivos resplandores
Alumbran a los hijos
Sus pasos por doquier;
Así su luz expanden
Sus rayos bienhechores
De noche y en la aurora
Con dulce amanecer.

Las madres es armonía.
Las notas más sonoras
Del arpa de la vida
Las da su corazón;
Al eco de su canto
En dulce melodía,
Se enlazan los afectos
Al ritmo de su amor.

El cielo y el espacio,
La tierra y el sonido,
El mar y las estrellas,
La vida y el amor
En un suave conjunto
De anhelos muy sentidos
Le van diciendo: Madre,
Así es tu corazón.

Inmenso como el cielo;
Como el amor, sublime;
Como el espacio extenso;
Tan grande como el mar.
De ti sale lo noble
Que alegra, que redime,
Lo puro y verdadero
Que nunca ha de cansar.

La cuna es un santuario.
Donde ella, de rodillas
Al Dios de los altares
Ofrece su oración;
Gozosa y satisfecha
Con la oración sencilla
De aquellos dulces cantos
Que da su corazón.

Y sigue por la vida
Solícita y amante,
Buscando para el hijo
El bien y la salud;
Y en ese afán constante
De ser nuestro refugio
No siente la fatiga
Que impone a su virtud.

Las dulces esperanzas,
Sobre su noble pecho,
Palpitan al unísono,
Con gozo y con dolor;
De gozo, si presiente
La dulce bienandanza;
Le duele si vislumbra
Mal pagado su amor.

¡Oh, hijos venturosos,
que veis en vuestra madre
el faro que ilumina
la senda que seguís!
Sabed que es tan hermoso
Decir: ¡Oh, Madre salve!
Porque esa luz divina
Alumbra hasta morir.




SONETO
A SAN ROQUE
1953

Para entrar a un concurso literario con motivo de la fiesta de este año, hice este soneto a San Roque.

Como luz de celeste maravilla
Que subyuga porque alegra al corazón,
Así espera feliz tu Barranquilla
Esta fecha que la llena de emoción.

A ti, llegan en masa confundidos
El noble,  el poderoso,  el escribano
El más humilde  por tu amor unidos
Diciendo en su oración, somos hermanos.

Por eso a ti, la noble Barranquilla
Ensanchado por tu amor su corazón
Te dice que te quiere y que se humilla.

Y con entusiasmo, fiesta y alegría
Con cantos y tambores en este día
Te siente y te proclama su patrón.


Estos  sonetos son trillizos porque brotaron juntos, en una misma inspiración e aquí el primero. . .

SONETO SIN I

Buscando con afán una mañana

Un tema para hacer este soneto
Asomada al marco de la ventana
Capté una forma que entraba por el techo.

Era un ave de colores tan extraños
Que al verla se asustó hasta la gata
Que a saltos, expuesta a hacerse daño
Volaba por la casa en cuatro patas.

Era guapa como fea el ave aquella
Paseó la casa en saltos, tan serena
Como buscando un placer en su faena.

La gala entre medrosa y asustada,
Revuelta en los trastos de la mesa
En ataques convulsos pataleaba.



SONETO SIN O


Vivir para sufrir, esa es la vida

Sufrir en calma nuestra suerte; es
Alcanzar para el final de la partida
La dulce dicha que vendrá después.

Si vives para el bien tienes la esencia
De alcanzar la ventura en realidad,
En el bien, la dicha, la existencia
Es alegre y tranquila de verdad.

Si la pena taladra vuestra alma
Si bebes la hiel de la amargura
Y esperas el bien en la ansiedad.

Busca la fe, que en ella tendrás calma,
Ella tiene suavidades y ternura
Y al final, te dará la palma.



SONETO SIN U

1953


Llegó el amor al corazón llamando

En ese instante el corazón dormía
El amor, triste se alojó llorando
El pobre corazón no respondía.

Despierto el corazón siente desvío
Este presiente y con dolor palpita,
Algo pasó, Señor, en torno mío
Siento tan hondo y mi ser se agita.

Así de cerca va el amor pasando
Toca y se aleja, sino estás alerta
Hasta  otro corazón solicitando.

Y el amor tan ligero y atrevido
Siempre toca al estar despierta
Entra dejando al corazón vencido.




LA SONRISA DE LA MONJA

1953

No es para el mundo tu sonreír
Es para el alma que sufre y llora,
Así sonriendo sabes sufrir
Con tu sonrisa al cielo imploras.

Buscas el claustro porque tu celo
Allí se agiganta para la lucha,
Allí te sientes muy cerca al cielo
De allí directo Dios os escucha.

Lejos  del ruido, de la quimera
Del mundo vano; vas satisfecha
Dejando al mundo que bulla afuera
Para ofrecer a Dios tus endechas.

Nada te importa si fue escogida
Tu alma selecta, para que laves
Con tus bondades la pobre herida
Del alma enferma que nadie sabe.

Tierna sonrisa tu rostro dulce
Esboza siempre ante el dolor,
Así un tributo tu vida cumple
Mezclando el llanto con el amor.

Nadie comprende que sobre el pecho
De hija, de madre, de esposa fiel,
Llevas prendida con sus  derechos
De Dios la gracia con tu querer.

Alma escogida, dulce y austera
¿Qué fuera el mundo sin tu bondad?
Una sonrisa lleva en bandera
 Arma y escudo, tu alma triunfal.

Y cuando el mundo lanza sus dardos
Creyendo herirte con estrechez,
Una sonrisa tienen, tus labios
En represalia para el soez.

Alma de niña, manos de madre
Faro y consuelo de la niñez,
Dulce esperanza cuando taladre
La pena el alma de la vejez.

Y de rodillas en los altares
Desagraviando vas al Señor,
Rezas y pides porque los males
De los mortales alivie Dios.

Para una invitación a un baile de carnaval, para complacer a mis hijas, escribí. . .

LOS PACHUCOS SE DIVIERTEN

1953

Estimado señor Director

Y demás acompañantes:
Un saludo y un favor
Mando y pido al instante.

Para su Majestad
Carolina Primera:
Un saludo especial
A su gracia hechicera.

Los pachucos se divierten
Sábado de Carnaval
Y para que los conozca la gente
Aquí los voy a nombrar    


Ramiro Torres (El fantasma)
Será nuestro capitán,
José Mercado (El coreano)
También entrará a bailar.

Alfonso De La Espriella
(Como espagueti) será,
confiando en su buena estrella
un bailador de verdad.

Armando Vengoechea
Alias muñeco es
Y benjamín Eljaedue (El turco)
Bailarán ahora y después.

(El tigre) Gabriel García,
Augusto Piñeres (resorte)
Presentarán ese día
De su destreza, un derroche.

Oswaldo Criales (Urol)
Con su gran habilidad,
A Miguel Barrios (Picaflor)
No se lo había de ganar.

Y como aquí será el fuerte
Pedimos al Director
Que baile para honor
De los pachucos se divierten.

Y como no ha de faltar
Las parejas a porfía
Bailarán Olga, Carmelay
Regina, Yadyra Georgina y Sofía.

Las otras irán en cola
Para acabar la jarana
Y así, rodará la bola.
De usted, Señor Director,
Agradeciendo el favor.
Firma, la Capitana.



VILLANCICOS

1953

CORO
Niño de mi vida,
Dame tu cariño.
Niño del amor
Y tu bendición.

¡Ven, Oh, Jesús mío!
A mi corazón
Que esperamos todos
Poderte decir,
Aquí está mi vida
Niño del amor
Danos tu cariño
Y tu bendición.

CORO

Danos el regalo
De tu corazón
Que lo devolvamos
Cubierto de amor
Para que en la vida
Podamos tener
Parte de tu herida
Y de tu gran poder.

CORO

Y tu madre buena

Sea nuestra abogada
 Nuestra celadora
Y nuestra guardiana;
Y luego, en el cielo
Con tu resplandor
Directo lleguemos
Al trono de Dios.



AMOR IDEAL

1953

Nació un amor bajo el feliz alero

De un hogar placentero y generoso
Y dos tiernos corazones fueron
Presa en las redes de ese amor hermoso.

Se amaron en silencio, confundido
El inmenso volcán que hervía en sus pechos
Con el dulce y reposado conque unidos
La vida les legaba un mismo techo.

(Un hombre ya, la suerte separaba
con visos de tragedia aquellas vidas
un porvenir la vida reclamaba
y a buscarlo se fue tras la partida.

Nunca fue la inconstancia la culpable
Pues siempre cariñoso y muy atento
Las cartas no escasearon, tan amables
Mensajeras de dicha y de contento.

Y ni aún la ausencia traslucir quería
De aquella llama el fuego verdadero
Tan feliz y contenta se sentía
La dulce niña en su sueño placentero.

Era una llama que encendida a solas
Estaba expuesta a sucumbir un día
Para romper al corazón que todas
Sus ilusiones en ese amor ponía.

Nunca hablaron de amor pero, se amaban
Con esa fuerza del amor primero
Ni lejos ni de cerca se olvidaban
Fue un amor siempre puro y verdadero.

Otra mujer apareció en la vida
De aquellos seres puros e inocentes
Como una sierpe, sigilosa y atrevida
Mató la dicha del amor más fuerte.

Y como hombre al encontrar placeres
En unos labios que decía le amaban
Fue sembrando al fin con sus desdenes
El recelo en el alma de su amada.

Y pasaron dos años en silencio
Suficiente a los dos para engañarse
Y tranquilos sellaron el tormento
Que escogieron sus almas al amarse.

Él casado sin amor, no encontró calma
Porque a su pecho, el fuego de otro amor ardía.
Ella, casada también, fue desgraciada
Porque ya su corazón no respondía.

Fue después de los años que supieron
Que sus almas nacieron para amarse
Que era grande ese amor y verdadero
Que solo con la muerte iba a acabarse.

Pero al abismo de sus almas rotas
Por el engaño, el dolor y la agonía
Llevaban el deber como la nota
Que en su lucha y afán los sostenía.

Nadie supo ese amor, sólo el destino
Que a voces juega con el alma buena
Los puso nuevamente en el camino
Cuando víctimas eran de la pena.

Y en un grito que arrancó la angustia
Fue el desbordar del corazón maltrecho,
Al encontrar en las facciones mustias
Todo el dolor de un corazón desecho.

¿Qué he de hacer para curar la herida
que está sangrando en tu adorado pecho?
Mi sangre toda la daré vertida
Gota a gota, es tuya por derecho.

Somos hijos de Dios y no podemos
Sucumbir al dolor de una mentira
Por el Dios que adoramos y en el que creemos
Juremos con amor curar la herida

Calla. Y si invocas a Dios sufre y espera
Que su gran caridad nos dará calma
Nunca acerques las manos a la hoguera
Y menos si la que arde es nuestra alma.

Porque esta llama que inocente un día
Brotó tan clara cual el agua pura.
Hoy, puede convertirse en felonía
Perdiendo su valor y su hermosura.

Nos separa un abismo, un sacramento
Que ingenuamente nos ligó a otras vidas,
Nos separa el deber y hasta el momento
De dejar de existir, a ellas nos liga.

Sin poder olvidar busca la calma
En el santo refugio del olvido.
Dios para las penas de las almas
Que luchan y combaten, es amigo.

Cierra tu corazón pero ama siempre
A la que en vano y a su pesar te quiere
Dios, el bueno, el santo, el justo y el clemente
Perdona el amor que es puro y que no muere.

Y es puro este amor, aunque prohibido,
Que con dolores alimentó su vida
Nunca puede existir ni había existido
Quien cierre al amor la abierta herida.


Así sellaron ante Dios, un pacto
De fe y amor, dos tristes corazones
Y eternamente vivirá aquel acto
Como el dulce acabar las ilusiones.



MI DOLOR

1954

Me duele el corazón, empeño vano,
Es dar a mi dolor un lenitivo;
He de llevarlo siempre de la mano
Pues más que ser de mí, nació conmigo.

Si buscar he querido por la vida
El punto en qué dejar su triste carga
Cuántas veces lo alejo, me castiga
Haciendo mi existencia más amarga.

A veces, la lucha me confunde
Y quiero con placer borrar su huella
Pero encuentro en las dichas de este mundo
La imagen del dolor en todas ellas.

Tal vez será que lo que más anhelo
Se encuentra más allá de lo infinito
No me sacian las dichas de este suelo
Mi afán y mi dolor están escritos.

En todos los amores, he probado
Lo amargo del dolor ¡Oh Dios del cielo!
He sentido mi amor menospreciado,
He llorado de pena sin consuelo.

Por sólo unos instantes me ha dejado
El dolor, mi eterno compañero,
Cuando al pie del altar, he comulgado,
Haciendo de Jesús, mi prisionero.

¡Oh Jesús! Tú por bueno y por clemente
te apiadas tantas veces de mi pena.
Por ti llegué a saber que esa, mi suerte,
La merezco, tal vez no he sido buena.

Pero, Tú que la gloria prometiste
A aquel que con amor llegue a tus plantas
Aquí tienes la vida que me diste.
Recíbela, Señor, tu gracia santa.



LA ABUELITA

1954

¡Oh, Dulce infancia!
Tiernos suspiros
Da el corazón.
Sólo hay recuerdos
De la fragancia
De aquellos tiempos
¡Tierna ilusión!

Tiempos felices
Bajo el alero
De la abuelita.
¡Oh dulce hogar!
Nunca en la vida
Habré de olvidar.

Cuando del juego
Las travesuras
Le molestaban,
Con su ternura
Que nadie nunca
Podrá imitar,
Con unos dulces
Y su sonrisa
Nos alejaba.
¡Oh viejecita!
¿Cuándo tu cara
podré olvidar?

Se fue ella al cielo
Una mañana
Del mes de mayo,
Dulce y tranquila,
Como vivió.
A sus hijos
Dejó el consuelo
De verla alegre
Ante el dolor.

Su alma de niña
Cerró los ojos
Para la vida
Sin una queja,
Sin un doblez.
¡Oh mi viejita!
¡Qué buena eras!
Cómo recuerdo
De tu carita
Dulces recuerdos
De mi niñez.



AL NIÑO DIOS

1954

Niño querido:
Dulce bien mío.
Ven a mi pecho
Que yo lo ansío.

Entre esas pajas
Que son tu lecho
No te incomodas.
¡Oh Niño Dios!

Tu amor de niño
Dulce y tranquilo
Calma mis ansias
Y mis dolores.

Ven a mi pecho.
¡Oh Jesús mío!
No tardes tanto
Que yo lo ansío.

Te ofrezco mi alma
Y la fragancia
De mi cariño
Mis tiernas flores.

Tú dame en cambio
La dulce calma
De amarte siempre
Con toda el alma.

Para en mi pecho
Darte un abrigo
No me desprecies.
Jesús querido.

Para en el cielo
Poder amarte
Y sentir la dicha
De tu consuelo.



EL AMOR

1954
(A Victor Hugo en su primer año)

Se multiplica el amor como las nubes,
Se agiganta en el pecho cuando sube
De un amor a otro amor.

Esencia pura que borrar no puede
El tiempo mismo en su correr fogoso,
Allí do encuentra el alma su reposo,
Está el amor que del amor nos viene.

Tenerte a ti, como si fueras mío,
Orgullosa de ser tu madrecita
Representa en mi amor tu poderío
Dulce amor que mi alma necesita.

Víctor Hugo te llamas para ver cumplido
Un deseo imperante en mi poesía.
A Dios le pido que la musa mía
Sea el eco de mi amor para tu oído.




LA BANDERA

1954

Es, señores, la bandera

Un girón de nuestro suelo,
Que llevamos cual se lleva
En la vida los anhelos

Cuando niños la miramos
Empinada sobre un asta
Y en su honor le dedicamos
Unos versos, nuestras ansias.

Ella lleva de los pechos
El calor y la bravura
Porque pone en su derecho
De la historia, la ternura.

Ella lleva en sus colores
De la madre, el corazón.
Con sus goces y dolores,
Con su vida, con su amor.

En el alma de la novia
Es suspiro, es oración
Una página de historia
Que le canta en su canción.

Para el hombre es el camino
Que conduce hasta el honor,
Cuando cumple su destino
Con la patria y con su Dios.

¡Oh bandera bendecida,
que venero hasta morir!
¿Quién por ti no da la vida?
¿Quién no adora tu existir?


Ahondando en los sentimientos de la dulce amiga Ercilia Camargo M  y a petición de ella escribí. . .

LA MADRE MUERTA
1954

Eras niña no más cuando perdiste
Al ser que más amamos en la vida,
Tan niña que quizá no comprendiste
Lo grande del dolor de esa partida.

Han pasado los años y escondido
Como un tesoro inalcanzable, llevas
Oculto entre tu ser adolorido
La imagen de la madre como era.

Y ese tu corazón adolorido
Emporio de cariño y de dulzura
Lleva siempre la imagen que ha perdido
Como insignia de bien y de ternura.

Entre ella y el hijo no hay distancia
Así la muerte su figura lleve,
Porque aún muerta la madre la fragancia
Y ternura de ese amor es indeleble.

La madre imprime en nuestro ser su vida
Y a cada paso su mirada inquieta
Estrecha más lo que a su ser nos liga
Y aún nos mira así después de muerta.

Dios en su inmensa caridad sublime
Puso ese amor que calma los dolores
Amor que exalta, que anima, que redime,
Que cura la traición de otros amores.

Y desde el cielo para dar consuelo
Al triste ser  que su cariño llora,
Dio la esperanza de que un día en el cielo
Se encontrará con el alma a la que implora.



ASÍ ES LA VIDA

1954

Soneto para  A. L. Gómez


El que hizo añicos con su voz austera

Todas las lacras de la amada patria
Por un designio de su suerte innata
Sufre la insidia de adalid severa.

Su noble pecho por el mal herido
Confió sus luchas y su honor, su nombre,
Envuelto en lodo lo que infama al hombre
Será ultrajado pero no vencido.

Así es la vida y su correr nos dice
Que el mundo insulta y asesina infame
A todo aquel que su bondad derrame.

Desde el momento en que Satán existe
El bueno, el noble, el justo y el clemente
Sufrir y ser odiado, esa es su suerte.



OTRA VEZ

1954
(A San Roque)


Como un tributo que mi alma paga

A tus bondades. ¡Oh Santo amado!
Pongo mis males sobre tu llaga
Para sentirme, ya consolada.

Si sufro y peno por mis pecados,
Si añoro siempre vivir feliz,
Al ver tu llaga y tu cayado
Miro tu gloria, Tú eres así.

De cuantas penas y privaciones
Rodeó tu vida, tu sencillez
Pongo a tus plantas mis oraciones
Unas tras otras, y otra vez.

Quiero con ellas brindarle todo
Lo que agradece mi corazón,
Busco portarme del mismo modo
Que tú lo hiciste para con Dios.

Y en este canto quiero pedirte
Para mi alma triste y enferma
Todo lo grande que tú tuviste
Conque alcanzaste la vida eterna.



A PEDRAZA

1954

Al fin, Pedraza, mi musa inspiras.
Con cosas santas cual lo deseé
Y, en este grito de mi garganta
Con dulces notas, te cantaré.

Tierra querida, tierra de amores
Buena y sencilla donde nací
Al fin llegaste a días mejores
Serás como eras, como te vi.

Tus hombres nobles y diligentes
Buscando medios para tu bien
Poniendo en ello toda su mente
Te harán dulce como un edén.

Y como guardia de tus dominios
Como atalaya de tu virtud,
Con todo el celo de su cariño
El dulce y bueno, Corazón de Jesús.

Serás airosa como otros tiempos
La hospitalaria, noble y leal
Con adelanto ya del momento
Con Dios de escudo de tu ideal.

Así te mira mi inspiración,
Así te siente mi fantasía,
Así te quiere mi corazón,
Así  lo anhela el alma mía.

Y cuando todos quieran cantarle
Cual yo te canto y te venero
Sabrás que solo pensó en amarte
La hija que supo cantar primero.




¡OH, CRISTO!
1954

¡Oh, Cristo Dios! Por mi maldad herido
Cristo Jesús, por mi maldad, maltrecho;
Por mí, sangrando, tu divino pecho;
Azotado tu cuerpo y escupido.

No merezco, Señor, sino tu olvido.
No merezco de Ti sino la muerte
¿Qué te diera, Señor, para quererte?
¿Qué enmendará lo mala que yo he sido?

Para llegar a Ti, yo he comprendido
Que es preciso llegar hasta el olvido
De lo que más amamos en la vida.

Aquí me tienes, Señor, arrepentida.
Cuanto tengo y tendré, será la paga
Conque quiero aliviarte de tus llagas.



FELICITACIÓN

1954
(A Carmelay en su día)

Como siempre en este día

Con todo mi corazón,
Te deseo muchas alegrías
Salud, dinero y amor.

Las tres cosas necesarias
Para ser uno feliz
A manera de plegaria
Las deseo para ti.



SENTIMIENTO

1955
(Para Etelvina en su matrimonio)

“Temblando el corazón, pongo la mano

para estampar aquí mi sentimiento
el corazón del hombre es un arcano
donde se agitan amores y tormentos.”

El corazón de la madre en su empeño
De llenar del deber los requisitos
Y colmar de los hijos, los ensueños
Lleva el peso del dolor y sacrificios.

Noble misión en donde Dios pusiera
Toda la fuerza de su amor bendito,
Permitiendo al corazón que resistiera
El dolor de un amor por el escrito.

La mujer como madre es la ternura
Como esposa abnegada es un consuelo
El amor, el dolor y la ventura
Le vienen de gracia desde el cielo.

Por eso, al darte en mi oración sentida
La dulce unción de mi cariño triste,
Deseo que siempre para ti en la vida
Sea todo el bien que en el mundo existe.

Porque eres buena, comprensiva y noble
Sabrás hacer de vuestro amor un cielo.
El deber, el amor, la dicha, el nombre
Lleva toda mujer siempre en su anhelo.

El hombre amable, comprensivo y bueno
Es un tesoro que nos da la suerte
El corazón de la mujer siempre sereno
Ha de ser su baluarte hasta la muerte.

Y sólo eso, al corazón de madre
Podrá colmar la soledad que deja,
La hija que ha sido sin hacer alarde
Dulce tesoro de una pobre vieja.

Y a Dios con el alma conmovida
Para premiarte como tu mereces,
Le pido que tu esposo sea en tu vida
Amor, consuelo, bienestar con creces.




A SAN ROQUE

1955

Vuelvo a cantar a San Roque en este día

Con la misma ternura de otras veces
Tanto han alcanzado de Él mis preces
Que callar al corazón ya no podría.

San Roque empinado en esa cumbre
Donde lo elevan con amor los corazones
No desdeña jamás las oraciones
Que con llama de fe son como lumbre.

Como todo lo grande, Él es humilde
Como grande y humilde y verdadero
El celo y el amor con que nos sirve.

Y su templo que airoso se levanta
Ha visto a su pueblo muy sincero
Postrarse de rodillas a sus plantas.


TRIBUTO DE AMOR


1955
(Para  Gladys Melania en su matrimonio)

El amor es virtud, es don del cielo,
Nos sostiene y alienta por la vida,
Ennoblece al corazón que con anhelo
Lo lleva en su estandarte como égida.

Si encontramos amor, todo lo hallamos
Porque el amor endulza la existencia,
Y al tenerlo con ansias lo guardamos
Es la imagen de Dios, su misma esencia.

Y son los corazones, el santuario
Donde el ser de rodillas a Él se inmola,
Es fuerte y es valiente y temerario
El noble corazón que lo aprisiona.

Y en aras del deber, el amor pone
Toda su dicha, su pasión más santa
El deber al amor siempre se impone
La vida es sombra ante grandeza tanta.

El cumplir el deber, dulce y lastima
Porque su senda es cruz, es bien, es calma,
El deber como quiera se encamina
A buscar lo sagrado de las almas.

Por eso, su dolor es un consuelo
Cuando lleva del amor, un lenitivo
Es deber de la madre en este suelo
Dejarle al corazón su merecido.

Los hijos son la flor de la existencia
Y la razón de ser de nuestra vida
La llama que alumbra, que calienta,
La que hace que la dicha sea efectiva.

Uno tras otro, como van viniendo
Así se van alejando por la vida,
Unas veces con gozo, otras sufriendo
Y el pobre corazón no se intimida.

No hay pena ni dolor que sean tan fuertes
Para quitar al deber su sacrificio,
El corazón de la madre hasta la muerte
Cumplirá con su deber porque está escrito.

Y por tercera vez, este mi tema
Conque pulso mi lira enternecida
He de estar como siempre tan serena
Brindándole un tributo así a la vida.

Sólo me resta ya pedir al cielo
Para tu corazón dulce y sencillo,
Un gran amor que llene vuestro anhelo,
Y una dicha nimbada de cariño.

Porque sólo el amor podrá premiarte
El dulce bien que con bondades diste
Al triste corazón que en adelante
Sólo te resta pedir que sean felices.

Y en estos versos, como siempre dando
Toda la esencia de mi amor sincero,
Lo mismo que a ti, le digo a Orlando
Deben quererse como yo los quiero.



SAN ROQUE EN BARRANQUILLA

1955

Barranquilla sencilla y generosa

La noble y soberana del trabajo,
Para hacer su historia más hermosa
De allá de Italia, la ciudad airosa
Al más humilde de sus hijos trajo.

Cuando era apenas su progreso un sueño
Sus noble hijos en su afán buscaron
Un baluarte que fuera como dueño
Que en la vida y el alma fuera empeño
Y allá en Mompellier por su bien hallaron.

Y aquí, San Roque en posesión de todos
Los grandes y sencillos corazones
De todas partes levantó en éxodo
Para hacerse así de todos modos
Guardián y refugio en sus acciones.

De todas partes, se levanta en masa
La furia loca de pasión impía
Los hijos de los pueblos ni en su casa
Están seguros, hasta allí les alcanza
El odio, la traición y la falsedad.

Sólo aquí en Barranquilla, la tranquila
La segura y feliz en su destino
Como firme refugio de su vida
Que la ampara y la cuida de la intriga
Está San Roque como fiel amigo.

En furia infame levantose un día
Del noble pueblo el enemigo austero
Llegó a los templos y con saña impía
Profanó con maldad y felonía
Lo más sagrado de este pueblo entero.

Entró a San Nicolás, allí buscando
Cuanto se ama y venera con respeto
En un afán de su querer nefando
Imágenes y todo profanando
Sembró el horror en pueblo tan correcto.

Salió a la calle y en afán osado
De destruir cuanto encuentre y cuanto toque
A todo lo que el pueblo había aclamado
Como suyo y con derecho conquistado
Llegose a las puertas de San Roque.

Pero, ¡Oh, poder del taumaturgo Roque!
Ya va a caer sobre su iglesia el golpe infame
Les mueve el corazón con ese enfoque
De luz y de dulzura que a su toque
Los hace que lo quieran y lo aclaman.

Alguien sale de entre ellos, valeroso
Se planta ante la turba enloquecida,
Con gesto de león y de coloso
Defiende con valor y gesto hermoso
La iglesia de San Roque tan querida.

No paséis de San  Roque los umbrales
No toquéis de esta iglesia una baldosa
Aquí están de Barranquilla, los anales
Aquí están de nuestra fe, los ideales
Es esta nuestra iglesia más hermosa.

Y allí, llegó de la avalancha loca
La furia con que iba destruyendo
San Roque por su fiel abrió la boca
Y al influjo del amor con que nos toca
Se fue del mal la voluntad cayendo.

Y fue San Roque quien salvara un día
De la peste infecciosa a las ciudades
Con el derecho de amor que poseía
Por la fe y el amor que le tenían
Salvó a su iglesia de horrores y de males.

¡Oh poder de San Roque con las almas!
¡Oh poder de San Roque en Barranquilla!
Por él se disfruta de la calma
Y el progreso y la fe baten la palma
En esta tierra que ante él se humilla.

El grande, el poderoso, el escribano,
El triste y el feliz en un derroche
De amor y comprensión como de hermano
Como niños cogidos de la mano
Se acercan a rezar ante San Roque.

Y el tan generoso y comprensivo
Estrecha más y más los corazones,
Por eso todos somos como amigos
Aquí todo se ve tan comprensivo
De San Roque serán los galardones.





A CARMELINA EN SU MATRIMONIO

1955
La estimación y el cariño son algo inmaterial, que los hombres materializan con un regalo el día de los grandes acontecimientos de nuestra vida. Pero, saliendo de los límites de esta rutina como una especialidad de mi cariño, te hice estos versos. . .

AMAR


Amar es dar la dicha, es darlo todo;
Es sentir del amor, la plenitud;
Es hallarse feliz de todos modos,
Es tener en la lucha; la quietud.

Es la vida tan dura y traicionera
En la lucha continua y el afán
Que a veces se muestra tan severa,
Que sentimos dolores al amar.

Por eso, el corazón en su desvelo
De darse todo al corazón que adora
No encuentra otra dicha bajo el cielo
Que ser de aquel amor a toda hora.

Y esto es comprensión y sacrificio
Desinterés y dolor y alegría,
Y Dios en su bondad así lo quiero
El alma debe amar con energía.


Aquí tienes apenas bosquejado
Lo que encierra de noble el matrimonio
Es la nota de un bien muy anhelado
Y de dolores y goces el exordio.

Pero tu alma grande y generosa
Sabía tener de su bondad destellos,
Como siempre  en tu hogar, serás la rosa
Que alegra, que perfuma con tu empeño.

Y con mis versos como siempre elevo
Una tierna plegaria al Dios bendito
Y también, a tu esposo decir debo:
Que sean felices hasta el infinito.



A BOLIVAR

1956

en el libro de los recuerdos de la Quinta de San Pedro Alejandrino escribí. . .


¡Oh, genio inmortal! Hasta tu gloria
ha llegado la hiel del enemigo.
Aquí de tu grandeza está la historia
No serán tus anhelos confundidos.



TERNURA

1956
(En el primer año de Pedro Manuel)

Como el árbol que extiende sus raíces

Para poder sostenerse sobre el suelo
Así surges en mi amor, sin un eclipse
Que empañe la ternura de mi anhelo.

Tú naciste el tercero, con ternura
E inmensa devoción a mi cariño,
Te he visto sonreírme con dulzura
Y he sentido mi amor como de niño.

Y así tu amor que en sartal de gozo
Ha venido a complacerme en mis anhelos
Es en dulzura y amor lo más hermoso
Conque cuento de dichas bajo el cielo.

Complaciente, tierno y dulce como eres,
Será eternamente, así lo espero,
Un pedazo del alma, quien te quiere,
Te deja en estos versos muy sinceros.



VOLVERÁ

1956

SONETO
(Al padre Matutis con motivo de su viaje)



Volverá porque Dios puso en su mano
La fuerza con que hace maravillas
Volverá porque su celo saleciano
Lo necesita el fervor de Barranquilla.

Volverá porque Dios puso en su pecho
La fuerza que perdona a quien lo humilla;
Volverá porque todos sus derechos
Los tiene y los pregona Barranquilla

Volverá porque la caridad aquí lo llama
Y aquí está todo el fruto de su mente
Porque el brote de la fe ya lo reclama.

Porque aquí deja a todos sus hermanos
Y porque el campo segado por su mano
Está listo a brotar nueva simiente.



SONETO ACRÓSTICO

JULIO 16 DE 1956
(A Josefina en su primera comunión)

Junto a tu corazón todo ternura

Oloroso a jazmín y azucena
Sabrás conservar con su hermosura
Esta ofrenda que al quererlo te hace buena

Feliz al verte doblegar la frente
Iniciando tu amor hacia Jesús
No quisiera que nunca, por quererte
Apartaras tu mente de su luz.

Dile muy quedo en tu oración sentida
El gran amor que sientes este día,
Amor sublime que en ofrenda pura

Reinará en tu corazón con su alegría
Como un tributo de amor en su ternura
Ofrécele la fe con que te inspira.

NOCHE BUENA
DICIEMBRE 24 DE 1956
(Dedicada a mis nietecitos: Cecilia, Víctor Hugo y Pedro Manuel Santander Siado)

Una noche de la historia
Nació un niño allá en Belén
Que para el cielo fue gloria
Y para los hombres también.

Tierno niño que en sus brazos
Para darle su calor
Una niña unía los lazos
De los hombres y su Dios.

Los pastores al aviso
De una estrella y de su luz
Se llegaron muy sumisos
Para adorar a Jesús.

Y los reyes que en sus sueños
Por la estrella y su fulgor
Caminaron hasta el dueño
De la vida y del amor.

Caminaron sin dudarlo
Muchas noches, muchos días
Y al fin al encontrarlo
Le adoraron con María.

Y la historia se repite
La llamamos:  Nochebuena;
Es la noche en que persiste
La dulzura nazarena.

Vengan años, vengan siglos
Y su paso no podrá
Arrancarnos al Dios niño
Que nos trae la Navidad.

De otras partes han traído
Nuevos usos para dar
A esta fiesta otro sentido
Y a Jesús así arrancar.

Pero Dios, el infinito,
Con su gracia, con su amor,
Siempre viene así niñito
Para darnos su calor.

Nochebuena, Nochebuena
Noche alegre y celestial
Siempre plácida y serena
Para a Jesús Niño amar.

Aquí termino este libro que encierra para mí, todo el caudal de mis ideas. Donde he volcado todos mis dolores, penas y alegrías y desesperanzas; y porque no decirlo, también un poco de felicidad.

Clementina Ch. De Santander
Barranquilla, Diciembre de 1956

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