LA MADRE
1953
Con el cariño con el
que cada año se conmemora El Día de la Madre, vuelvo a cantarle en este poema
que titulé. . . La madre.
La madre es una rosa.
Sus místicos perfumes
Saturan el ambiente
De esencia misteriosa
Que ensancha al corazón;
Y salen de su seno
Igual que los querubes
La vida de otras vidas
Cual rosas en botón.
La madre es una fuente.
Sus linfas cristalinas
Regando van al mundo
Con gotas de cariño
Cual suave amanecer;
También la sed apaga
Desde que estamos niños
A fuerza de ternura
Con ansias de querer.
La madre es una estrella.
Sus vivos resplandores
Alumbran a los hijos
Sus pasos por doquier;
Así su luz expanden
Sus rayos bienhechores
De noche y en la aurora
Con dulce amanecer.
Las madres es armonía.
Las notas más sonoras
Del arpa de la vida
Las da su corazón;
Al eco de su canto
En dulce melodía,
Se enlazan los afectos
Al ritmo de su amor.
El cielo y el espacio,
La tierra y el sonido,
El mar y las estrellas,
La vida y el amor
En un suave conjunto
De anhelos muy sentidos
Le van diciendo: Madre,
Así es tu corazón.
Inmenso como el cielo;
Como el amor, sublime;
Como el espacio extenso;
Tan grande como el mar.
De ti sale lo noble
Que alegra, que redime,
Lo puro y verdadero
Que nunca ha de cansar.
La cuna es un santuario.
Donde ella, de rodillas
Al Dios de los altares
Ofrece su oración;
Gozosa y satisfecha
Con la oración sencilla
De aquellos dulces cantos
Que da su corazón.
Y sigue por la vida
Solícita y amante,
Buscando para el hijo
El bien y la salud;
Y en ese afán constante
De ser nuestro refugio
No siente la fatiga
Que impone a su virtud.
Las dulces esperanzas,
Sobre su noble pecho,
Palpitan al unísono,
Con gozo y con dolor;
De gozo, si presiente
La dulce bienandanza;
Le duele si vislumbra
Mal pagado su amor.
¡Oh, hijos venturosos,
que veis en vuestra madre
el faro que ilumina
la senda que seguís!
Sabed que es tan hermoso
Decir: ¡Oh, Madre salve!
Porque esa luz divina
Alumbra hasta morir.
SONETO
A SAN ROQUE
1953
Para entrar a un
concurso literario con motivo de la fiesta de este año, hice este soneto a San
Roque.
Como luz de celeste maravilla
Que subyuga porque alegra al corazón,
Así espera feliz tu Barranquilla
Esta fecha que la llena de emoción.
A ti, llegan en masa confundidos
El noble, el
poderoso, el escribano
El más humilde por tu
amor unidos
Diciendo en su oración, somos hermanos.
Por eso a ti, la noble Barranquilla
Ensanchado por tu amor su corazón
Te dice que te quiere y que se humilla.
Y con entusiasmo, fiesta y alegría
Con cantos y tambores en este día
Te siente y te proclama su patrón.
Estos sonetos son
trillizos porque brotaron juntos, en una misma inspiración e aquí el primero. .
.
SONETO SIN I
Buscando con afán una mañana
Un tema para hacer este soneto
Asomada al marco de la ventana
Capté una forma que entraba por el techo.
Era un ave de colores tan extraños
Que al verla se asustó hasta la gata
Que a saltos, expuesta a hacerse daño
Volaba por la casa en cuatro patas.
Era guapa como fea el ave aquella
Paseó la casa en saltos, tan serena
Como buscando un placer en su faena.
La gala entre medrosa y asustada,
Revuelta en los trastos de la mesa
En ataques convulsos pataleaba.
SONETO SIN O
Vivir para sufrir, esa es la vida
Sufrir en calma nuestra suerte; es
Alcanzar para el final de la partida
La dulce dicha que vendrá después.
Si vives para el bien tienes la esencia
De alcanzar la ventura en realidad,
En el bien, la dicha, la existencia
Es alegre y tranquila de verdad.
Si la pena taladra vuestra alma
Si bebes la hiel de la amargura
Y esperas el bien en la ansiedad.
Busca la fe, que en ella tendrás calma,
Ella tiene suavidades y ternura
Y al final, te dará la palma.
SONETO SIN U
1953
Llegó el amor al corazón llamando
En ese instante el corazón dormía
El amor, triste se alojó llorando
El pobre corazón no respondía.
Despierto el corazón siente desvío
Este presiente y con dolor palpita,
Algo pasó, Señor, en torno mío
Siento tan hondo y mi ser se agita.
Así de cerca va el amor pasando
Toca y se aleja, sino estás alerta
Hasta otro corazón
solicitando.
Y el amor tan ligero y atrevido
Siempre toca al estar despierta
Entra dejando al corazón vencido.
LA SONRISA DE LA MONJA
1953
No es para el mundo tu sonreír
Es para el alma que sufre y llora,
Así sonriendo sabes sufrir
Con tu sonrisa al cielo imploras.
Buscas el claustro porque tu celo
Allí se agiganta para la lucha,
Allí te sientes muy cerca al cielo
De allí directo Dios os escucha.
Lejos del ruido, de la
quimera
Del mundo vano; vas satisfecha
Dejando al mundo que bulla afuera
Para ofrecer a Dios tus endechas.
Nada te importa si fue escogida
Tu alma selecta, para que laves
Con tus bondades la pobre herida
Del alma enferma que nadie sabe.
Tierna sonrisa tu rostro dulce
Esboza siempre ante el dolor,
Así un tributo tu vida cumple
Mezclando el llanto con el amor.
Nadie comprende que sobre el pecho
De hija, de madre, de esposa fiel,
Llevas prendida con sus
derechos
De Dios la gracia con tu querer.
Alma escogida, dulce y austera
¿Qué fuera el mundo sin tu bondad?
Una sonrisa lleva en bandera
Arma y escudo, tu alma
triunfal.
Y cuando el mundo lanza sus dardos
Creyendo herirte con estrechez,
Una sonrisa tienen, tus labios
En represalia para el soez.
Alma de niña, manos de madre
Faro y consuelo de la niñez,
Dulce esperanza cuando taladre
La pena el alma de la vejez.
Y de rodillas en los altares
Desagraviando vas al Señor,
Rezas y pides porque los males
De los mortales alivie Dios.
Para una invitación a un baile de carnaval,
para complacer a mis hijas, escribí. . .
LOS PACHUCOS SE DIVIERTEN
1953
Estimado señor Director
Y demás acompañantes:
Un saludo y un favor
Mando y pido al instante.
Para su Majestad
Carolina Primera:
Un saludo especial
A su gracia hechicera.
Los pachucos se divierten
Sábado de Carnaval
Y para que los conozca la gente
Aquí los voy a nombrar
Ramiro Torres (El fantasma)
Será nuestro capitán,
José Mercado (El coreano)
También entrará a bailar.
Alfonso De La Espriella
(Como espagueti) será,
confiando en su buena
estrella
un bailador de verdad.
Armando Vengoechea
Alias muñeco es
Y benjamín Eljaedue (El
turco)
Bailarán ahora y después.
(El tigre) Gabriel García,
Augusto Piñeres (resorte)
Presentarán ese día
De su destreza, un
derroche.
Oswaldo Criales (Urol)
Con su gran habilidad,
A Miguel Barrios (Picaflor)
No se lo había de ganar.
Y como aquí será el fuerte
Pedimos al Director
Que baile para honor
De los pachucos se
divierten.
Y como no ha de faltar
Las parejas a porfía
Bailarán Olga, Carmelay
Regina, Yadyra Georgina y
Sofía.
Las otras irán en cola
Para acabar la jarana
Y así, rodará la bola.
De usted, Señor Director,
Agradeciendo el favor.
Firma, la Capitana.
VILLANCICOS
1953
CORO
Niño de mi vida,
Dame tu cariño.
Niño del amor
Y tu bendición.
¡Ven, Oh, Jesús mío!
A mi corazón
Que esperamos todos
Poderte decir,
Aquí está mi vida
Niño del amor
Danos tu cariño
Y tu bendición.
CORO
Danos el regalo
De tu corazón
Que lo devolvamos
Cubierto de amor
Para que en la vida
Podamos tener
Parte de tu herida
Y de tu gran poder.
CORO
Y tu madre buena
Sea nuestra abogada
Nuestra celadora
Y nuestra guardiana;
Y luego, en el cielo
Con tu resplandor
Directo lleguemos
Al trono de Dios.
AMOR IDEAL
1953
Nació un amor bajo el feliz alero
De un hogar placentero y generoso
Y dos tiernos corazones
fueron
Presa en las redes de ese
amor hermoso.
Se amaron en silencio,
confundido
El inmenso volcán que
hervía en sus pechos
Con el dulce y reposado
conque unidos
La vida les legaba un mismo
techo.
(Un hombre ya, la suerte
separaba
con visos de tragedia
aquellas vidas
un porvenir la vida
reclamaba
y a buscarlo se fue tras la
partida.
Nunca fue la inconstancia
la culpable
Pues siempre cariñoso y muy
atento
Las cartas no escasearon,
tan amables
Mensajeras de dicha y de
contento.
Y ni aún la ausencia
traslucir quería
De aquella llama el fuego
verdadero
Tan feliz y contenta se
sentía
La dulce niña en su sueño
placentero.
Era una llama que encendida
a solas
Estaba expuesta a sucumbir
un día
Para romper al corazón que
todas
Sus ilusiones en ese amor
ponía.
Nunca hablaron de amor
pero, se amaban
Con esa fuerza del amor
primero
Ni lejos ni de cerca se
olvidaban
Fue un amor siempre puro y
verdadero.
Otra mujer apareció en la
vida
De aquellos seres puros e
inocentes
Como una sierpe, sigilosa y
atrevida
Mató la dicha del amor más
fuerte.
Y como hombre al encontrar
placeres
En unos labios que decía le
amaban
Fue sembrando al fin con
sus desdenes
El recelo en el alma de su
amada.
Y pasaron dos años en
silencio
Suficiente a los dos para
engañarse
Y tranquilos sellaron el
tormento
Que escogieron sus almas al
amarse.
Él casado sin amor, no
encontró calma
Porque a su pecho, el fuego
de otro amor ardía.
Ella, casada también, fue
desgraciada
Porque ya su corazón no
respondía.
Fue después de los años que
supieron
Que sus almas nacieron para
amarse
Que era grande ese amor y
verdadero
Que solo con la muerte iba
a acabarse.
Pero al abismo de sus almas
rotas
Por el engaño, el dolor y
la agonía
Llevaban el deber como la
nota
Que en su lucha y afán los
sostenía.
Nadie supo ese amor, sólo
el destino
Que a voces juega con el
alma buena
Los puso nuevamente en el
camino
Cuando víctimas eran de la
pena.
Y en un grito que arrancó
la angustia
Fue el desbordar del
corazón maltrecho,
Al encontrar en las
facciones mustias
Todo el dolor de un corazón
desecho.
¿Qué he de hacer para curar
la herida
que está sangrando en tu
adorado pecho?
Mi sangre toda la daré
vertida
Gota a gota, es tuya por
derecho.
Somos hijos de Dios y no
podemos
Sucumbir al dolor de una
mentira
Por el Dios que adoramos y
en el que creemos
Juremos con amor curar la
herida
Calla. Y si invocas a Dios
sufre y espera
Que su gran caridad nos
dará calma
Nunca acerques las manos a
la hoguera
Y menos si la que arde es
nuestra alma.
Porque esta llama que
inocente un día
Brotó tan clara cual el
agua pura.
Hoy, puede convertirse en
felonía
Perdiendo su valor y su
hermosura.
Nos separa un abismo, un
sacramento
Que ingenuamente nos ligó a
otras vidas,
Nos separa el deber y hasta
el momento
De dejar de existir, a
ellas nos liga.
Sin poder olvidar busca la
calma
En el santo refugio del
olvido.
Dios para las penas de las
almas
Que luchan y combaten, es
amigo.
Cierra tu corazón pero ama
siempre
A la que en vano y a su
pesar te quiere
Dios, el bueno, el santo,
el justo y el clemente
Perdona el amor que es puro
y que no muere.
Y es puro este amor, aunque
prohibido,
Que con dolores alimentó su
vida
Nunca puede existir ni
había existido
Quien cierre al amor la
abierta herida.
Así sellaron ante Dios, un pacto
De fe y amor, dos tristes
corazones
Y eternamente vivirá aquel
acto
Como el dulce acabar las
ilusiones.
MI DOLOR
1954
Me duele el corazón, empeño
vano,
Es dar a mi dolor un
lenitivo;
He de llevarlo siempre de
la mano
Pues más que ser de mí, nació
conmigo.
Si buscar he querido por la
vida
El punto en qué dejar su
triste carga
Cuántas veces lo alejo, me
castiga
Haciendo mi existencia más
amarga.
A veces, la lucha me
confunde
Y quiero con placer borrar
su huella
Pero encuentro en las
dichas de este mundo
La imagen del dolor en
todas ellas.
Tal vez será que lo que más
anhelo
Se encuentra más allá de lo
infinito
No me sacian las dichas de
este suelo
Mi afán y mi dolor están
escritos.
En todos los amores, he
probado
Lo amargo del dolor ¡Oh
Dios del cielo!
He sentido mi amor
menospreciado,
He llorado de pena sin
consuelo.
Por sólo unos instantes me
ha dejado
El dolor, mi eterno
compañero,
Cuando al pie del altar, he
comulgado,
Haciendo de Jesús, mi
prisionero.
¡Oh Jesús! Tú por bueno y
por clemente
te apiadas tantas veces de
mi pena.
Por ti llegué a saber que
esa, mi suerte,
La merezco, tal vez no he
sido buena.
Pero, Tú que la gloria
prometiste
A aquel que con amor llegue
a tus plantas
Aquí tienes la vida que me
diste.
Recíbela, Señor, tu gracia
santa.
LA ABUELITA
1954
¡Oh, Dulce infancia!
Tiernos suspiros
Da el corazón.
Sólo hay recuerdos
De la fragancia
De aquellos tiempos
¡Tierna ilusión!
Tiempos felices
Bajo el alero
De la abuelita.
¡Oh dulce hogar!
Nunca en la vida
Habré de olvidar.
Cuando del juego
Las travesuras
Le molestaban,
Con su ternura
Que nadie nunca
Podrá imitar,
Con unos dulces
Y su sonrisa
Nos alejaba.
¡Oh viejecita!
¿Cuándo tu cara
podré olvidar?
Se fue ella al cielo
Una mañana
Del mes de mayo,
Dulce y tranquila,
Como vivió.
A sus hijos
Dejó el consuelo
De verla alegre
Ante el dolor.
Su alma de niña
Cerró los ojos
Para la vida
Sin una queja,
Sin un doblez.
¡Oh mi viejita!
¡Qué buena eras!
Cómo recuerdo
De tu carita
Dulces recuerdos
De mi niñez.
AL NIÑO DIOS
1954
Niño querido:
Dulce bien mío.
Ven a mi pecho
Que yo lo ansío.
Entre esas pajas
Que son tu lecho
No te incomodas.
¡Oh Niño Dios!
Tu amor de niño
Dulce y tranquilo
Calma mis ansias
Y mis dolores.
Ven a mi pecho.
¡Oh Jesús mío!
No tardes tanto
Que yo lo ansío.
Te ofrezco mi alma
Y la fragancia
De mi cariño
Mis tiernas flores.
Tú dame en cambio
La dulce calma
De amarte siempre
Con toda el alma.
Para en mi pecho
Darte un abrigo
No me desprecies.
Jesús querido.
Para en el cielo
Poder amarte
Y sentir la dicha
De tu consuelo.
EL AMOR
1954
(A Victor Hugo en su primer año)
Se multiplica el amor como
las nubes,
Se agiganta en el pecho
cuando sube
De un amor a otro amor.
Esencia pura que borrar no
puede
El tiempo mismo en su
correr fogoso,
Allí do encuentra el alma
su reposo,
Está el amor que del amor
nos viene.
Tenerte a ti, como si
fueras mío,
Orgullosa de ser tu
madrecita
Representa en mi amor tu
poderío
Dulce amor que mi alma
necesita.
Víctor Hugo te llamas para
ver cumplido
Un deseo imperante en mi
poesía.
A Dios le pido que la musa
mía
Sea el eco de mi amor para
tu oído.
LA BANDERA
1954
Es, señores, la bandera
Un girón de nuestro suelo,
Que llevamos cual se lleva
En la vida los anhelos
Cuando niños la miramos
Empinada sobre un asta
Y en su honor le dedicamos
Unos versos, nuestras
ansias.
Ella lleva de los pechos
El calor y la bravura
Porque pone en su derecho
De la historia, la ternura.
Ella lleva en sus colores
De la madre, el corazón.
Con sus goces y dolores,
Con su vida, con su amor.
En el alma de la novia
Es suspiro, es oración
Una página de historia
Que le canta en su canción.
Para el hombre es el camino
Que conduce hasta el honor,
Cuando cumple su destino
Con la patria y con su
Dios.
¡Oh bandera bendecida,
que venero hasta morir!
¿Quién por ti no da la
vida?
¿Quién no adora tu existir?
Ahondando en los sentimientos de la dulce amiga Ercilia Camargo M y a petición de ella escribí. . .
LA MADRE
MUERTA
1954
Eras niña
no más cuando perdiste
Al ser
que más amamos en la vida,
Tan niña
que quizá no comprendiste
Lo grande
del dolor de esa partida.
Han
pasado los años y escondido
Como un
tesoro inalcanzable, llevas
Oculto
entre tu ser adolorido
La imagen
de la madre como era.
Y ese tu
corazón adolorido
Emporio
de cariño y de dulzura
Lleva siempre
la imagen que ha perdido
Como
insignia de bien y de ternura.
Entre
ella y el hijo no hay distancia
Así la
muerte su figura lleve,
Porque
aún muerta la madre la fragancia
Y ternura
de ese amor es indeleble.
La madre
imprime en nuestro ser su vida
Y a cada
paso su mirada inquieta
Estrecha
más lo que a su ser nos liga
Y aún nos
mira así después de muerta.
Dios en
su inmensa caridad sublime
Puso ese
amor que calma los dolores
Amor que
exalta, que anima, que redime,
Que cura
la traición de otros amores.
Y desde
el cielo para dar consuelo
Al triste
ser que su cariño llora,
Dio la
esperanza de que un día en el cielo
Se
encontrará con el alma a la que implora.
ASÍ ES LA VIDA
1954
Soneto para A. L.
Gómez
El que hizo añicos con su voz austera
Todas las lacras de la
amada patria
Por un designio de su
suerte innata
Sufre la insidia de adalid
severa.
Su noble pecho por el mal
herido
Confió sus luchas y su
honor, su nombre,
Envuelto en lodo lo que
infama al hombre
Será ultrajado pero no
vencido.
Así es la vida y su correr
nos dice
Que el mundo insulta y
asesina infame
A todo aquel que su bondad
derrame.
Desde el momento en que
Satán existe
El bueno, el noble, el
justo y el clemente
Sufrir y ser odiado, esa es
su suerte.
OTRA VEZ
1954
(A San Roque)
Como un tributo que mi alma paga
A tus bondades. ¡Oh Santo
amado!
Pongo mis males sobre tu
llaga
Para sentirme, ya
consolada.
Si sufro y peno por mis
pecados,
Si añoro siempre vivir
feliz,
Al ver tu llaga y tu cayado
Miro tu gloria, Tú eres
así.
De cuantas penas y
privaciones
Rodeó tu vida, tu sencillez
Pongo a tus plantas mis
oraciones
Unas tras otras, y otra
vez.
Quiero con ellas brindarle
todo
Lo que agradece mi corazón,
Busco portarme del mismo
modo
Que tú lo hiciste para con
Dios.
Y en este canto quiero
pedirte
Para mi alma triste y
enferma
Todo lo grande que tú
tuviste
Conque alcanzaste la vida
eterna.
A PEDRAZA
1954
Al fin, Pedraza, mi musa
inspiras.
Con cosas santas cual lo
deseé
Y, en este grito de mi
garganta
Con dulces notas, te
cantaré.
Tierra querida, tierra de
amores
Buena y sencilla donde nací
Al fin llegaste a días
mejores
Serás como eras, como te
vi.
Tus hombres nobles y
diligentes
Buscando medios para tu
bien
Poniendo en ello toda su
mente
Te harán dulce como un
edén.
Y como guardia de tus
dominios
Como atalaya de tu virtud,
Con todo el celo de su
cariño
El dulce y bueno, Corazón
de Jesús.
Serás airosa como otros
tiempos
La hospitalaria, noble y
leal
Con adelanto ya del momento
Con Dios de escudo de tu
ideal.
Así te mira mi inspiración,
Así te siente mi fantasía,
Así te quiere mi corazón,
Así lo anhela el alma mía.
Y cuando todos quieran
cantarle
Cual yo te canto y te
venero
Sabrás que solo pensó en
amarte
La hija que supo cantar
primero.
¡OH, CRISTO!
1954
¡Oh, Cristo Dios! Por mi
maldad herido
Cristo Jesús, por mi
maldad, maltrecho;
Por mí, sangrando, tu
divino pecho;
Azotado tu cuerpo y
escupido.
No merezco, Señor, sino tu
olvido.
No merezco de Ti sino la
muerte
¿Qué te diera, Señor, para
quererte?
¿Qué enmendará lo mala que
yo he sido?
Para llegar a Ti, yo he
comprendido
Que es preciso llegar hasta
el olvido
De lo que más amamos en la
vida.
Aquí me tienes, Señor,
arrepentida.
Cuanto tengo y tendré, será
la paga
Conque quiero aliviarte de
tus llagas.
FELICITACIÓN
1954
(A Carmelay en su día)
Como siempre en este día
Con todo mi corazón,
Te deseo muchas alegrías
Salud, dinero y amor.
Las tres cosas necesarias
Para ser uno feliz
A manera de plegaria
Las deseo para ti.
SENTIMIENTO
1955
(Para Etelvina en su matrimonio)
“Temblando el corazón, pongo la mano
para estampar aquí mi
sentimiento
el corazón del hombre es un
arcano
donde se agitan amores y
tormentos.”
El corazón de la madre en
su empeño
De llenar del deber los
requisitos
Y colmar de los hijos, los
ensueños
Lleva el peso del dolor y
sacrificios.
Noble misión en donde Dios
pusiera
Toda la fuerza de su amor
bendito,
Permitiendo al corazón que
resistiera
El dolor de un amor por el
escrito.
La mujer como madre es la
ternura
Como esposa abnegada es un
consuelo
El amor, el dolor y la
ventura
Le vienen de gracia desde
el cielo.
Por eso, al darte en mi
oración sentida
La dulce unción de mi
cariño triste,
Deseo que siempre para ti
en la vida
Sea todo el bien que en el
mundo existe.
Porque eres buena,
comprensiva y noble
Sabrás hacer de vuestro
amor un cielo.
El deber, el amor, la
dicha, el nombre
Lleva toda mujer siempre en
su anhelo.
El hombre amable,
comprensivo y bueno
Es un tesoro que nos da la
suerte
El corazón de la mujer
siempre sereno
Ha de ser su baluarte hasta
la muerte.
Y sólo eso, al corazón de
madre
Podrá colmar la soledad que
deja,
La hija que ha sido sin
hacer alarde
Dulce tesoro de una pobre
vieja.
Y a Dios con el alma
conmovida
Para premiarte como tu
mereces,
Le pido que tu esposo sea
en tu vida
Amor, consuelo, bienestar
con creces.
A SAN ROQUE
1955
Vuelvo a cantar a San Roque en este día
Con la misma ternura de
otras veces
Tanto han alcanzado de Él
mis preces
Que callar al corazón ya no
podría.
San Roque empinado en esa
cumbre
Donde lo elevan con amor
los corazones
No desdeña jamás las
oraciones
Que con llama de fe son
como lumbre.
Como todo lo grande, Él es
humilde
Como grande y humilde y
verdadero
El celo y el amor con que
nos sirve.
Y su templo que airoso se
levanta
Ha visto a su pueblo muy
sincero
Postrarse de rodillas a sus
plantas.
TRIBUTO DE AMOR
1955
(Para
Gladys Melania en su matrimonio)
El amor es virtud, es don
del cielo,
Nos sostiene y alienta por
la vida,
Ennoblece al corazón que
con anhelo
Lo lleva en su estandarte
como égida.
Si encontramos amor, todo
lo hallamos
Porque el amor endulza la
existencia,
Y al tenerlo con ansias lo
guardamos
Es la imagen de Dios, su
misma esencia.
Y son los corazones, el
santuario
Donde el ser de rodillas a
Él se inmola,
Es fuerte y es valiente y
temerario
El noble corazón que lo
aprisiona.
Y en aras del deber, el
amor pone
Toda su dicha, su pasión
más santa
El deber al amor siempre se
impone
La vida es sombra ante
grandeza tanta.
El cumplir el deber, dulce
y lastima
Porque su senda es cruz, es
bien, es calma,
El deber como quiera se
encamina
A buscar lo sagrado de las
almas.
Por eso, su dolor es un
consuelo
Cuando lleva del amor, un
lenitivo
Es deber de la madre en
este suelo
Dejarle al corazón su
merecido.
Los hijos son la flor de la
existencia
Y la razón de ser de
nuestra vida
La llama que alumbra, que
calienta,
La que hace que la dicha
sea efectiva.
Uno tras otro, como van
viniendo
Así se van alejando por la
vida,
Unas veces con gozo, otras
sufriendo
Y el pobre corazón no se
intimida.
No hay pena ni dolor que
sean tan fuertes
Para quitar al deber su
sacrificio,
El corazón de la madre
hasta la muerte
Cumplirá con su deber
porque está escrito.
Y por tercera vez, este mi
tema
Conque pulso mi lira
enternecida
He de estar como siempre
tan serena
Brindándole un tributo así
a la vida.
Sólo me resta ya pedir al
cielo
Para tu corazón dulce y
sencillo,
Un gran amor que llene
vuestro anhelo,
Y una dicha nimbada de
cariño.
Porque sólo el amor podrá
premiarte
El dulce bien que con
bondades diste
Al triste corazón que en
adelante
Sólo te resta pedir que
sean felices.
Y en estos versos, como
siempre dando
Toda la esencia de mi amor
sincero,
Lo mismo que a ti, le digo
a Orlando
Deben quererse como yo los
quiero.
SAN ROQUE EN BARRANQUILLA
1955
Barranquilla sencilla y generosa
La noble y soberana del
trabajo,
Para hacer su historia más
hermosa
De allá de Italia, la
ciudad airosa
Al más humilde de sus hijos
trajo.
Cuando era apenas su
progreso un sueño
Sus noble hijos en su afán
buscaron
Un baluarte que fuera como
dueño
Que en la vida y el alma
fuera empeño
Y allá en Mompellier por su
bien hallaron.
Y aquí, San Roque en
posesión de todos
Los grandes y sencillos
corazones
De todas partes levantó en
éxodo
Para hacerse así de todos
modos
Guardián y refugio en sus
acciones.
De todas partes, se levanta
en masa
La furia loca de pasión
impía
Los hijos de los pueblos ni
en su casa
Están seguros, hasta allí
les alcanza
El odio, la traición y la
falsedad.
Sólo aquí en Barranquilla,
la tranquila
La segura y feliz en su
destino
Como firme refugio de su
vida
Que la ampara y la cuida de
la intriga
Está San Roque como fiel
amigo.
En furia infame levantose
un día
Del noble pueblo el enemigo
austero
Llegó a los templos y con
saña impía
Profanó con maldad y
felonía
Lo más sagrado de este
pueblo entero.
Entró a San Nicolás, allí
buscando
Cuanto se ama y venera con
respeto
En un afán de su querer
nefando
Imágenes y todo profanando
Sembró el horror en pueblo
tan correcto.
Salió a la calle y en afán
osado
De destruir cuanto
encuentre y cuanto toque
A todo lo que el pueblo
había aclamado
Como suyo y con derecho
conquistado
Llegose a las puertas de
San Roque.
Pero, ¡Oh, poder del
taumaturgo Roque!
Ya va a caer sobre su
iglesia el golpe infame
Les mueve el corazón con
ese enfoque
De luz y de dulzura que a
su toque
Los hace que lo quieran y
lo aclaman.
Alguien sale de entre
ellos, valeroso
Se planta ante la turba
enloquecida,
Con gesto de león y de
coloso
Defiende con valor y gesto
hermoso
La iglesia de San Roque tan
querida.
No paséis de San Roque los umbrales
No toquéis de esta iglesia
una baldosa
Aquí están de Barranquilla,
los anales
Aquí están de nuestra fe,
los ideales
Es esta nuestra iglesia más
hermosa.
Y allí, llegó de la
avalancha loca
La furia con que iba destruyendo
San Roque por su fiel abrió
la boca
Y al influjo del amor con
que nos toca
Se fue del mal la voluntad
cayendo.
Y fue San Roque quien
salvara un día
De la peste infecciosa a
las ciudades
Con el derecho de amor que
poseía
Por la fe y el amor que le
tenían
Salvó a su iglesia de
horrores y de males.
¡Oh poder de San Roque con
las almas!
¡Oh poder de San Roque en
Barranquilla!
Por él se disfruta de la
calma
Y el progreso y la fe baten
la palma
En esta tierra que ante él
se humilla.
El grande, el poderoso, el
escribano,
El triste y el feliz en un
derroche
De amor y comprensión como
de hermano
Como niños cogidos de la
mano
Se acercan a rezar ante San
Roque.
Y el tan generoso y
comprensivo
Estrecha más y más los
corazones,
Por eso todos somos como
amigos
Aquí todo se ve tan
comprensivo
De San Roque serán los
galardones.
A CARMELINA EN SU MATRIMONIO
1955
La estimación y el cariño son algo inmaterial, que los hombres
materializan con un regalo el día de los grandes acontecimientos de nuestra
vida. Pero, saliendo de los límites de esta rutina como una especialidad de mi
cariño, te hice estos versos. . .
AMAR
Amar es dar la dicha, es
darlo todo;
Es sentir del amor, la
plenitud;
Es hallarse feliz de todos
modos,
Es tener en la lucha; la
quietud.
Es la vida tan dura y
traicionera
En la lucha continua y el
afán
Que a veces se muestra tan
severa,
Que sentimos dolores al
amar.
Por eso, el corazón en su
desvelo
De darse todo al corazón
que adora
No encuentra otra dicha
bajo el cielo
Que ser de aquel amor a toda
hora.
Y esto es comprensión y
sacrificio
Desinterés y dolor y
alegría,
Y Dios en su bondad así lo
quiero
El alma debe amar con
energía.
Aquí tienes apenas
bosquejado
Lo que encierra de noble el
matrimonio
Es la nota de un bien muy
anhelado
Y de dolores y goces el
exordio.
Pero tu alma grande y
generosa
Sabía tener de su bondad
destellos,
Como siempre en tu hogar, serás la rosa
Que alegra, que perfuma con
tu empeño.
Y con mis versos como
siempre elevo
Una tierna plegaria al Dios
bendito
Y también, a tu esposo
decir debo:
Que sean felices hasta el
infinito.
A BOLIVAR
1956
en el libro de los recuerdos de la Quinta de San Pedro Alejandrino
escribí. . .
¡Oh, genio inmortal! Hasta
tu gloria
ha llegado la hiel del
enemigo.
Aquí de tu grandeza está la
historia
No serán tus anhelos
confundidos.
TERNURA
1956
(En el primer año de Pedro Manuel)
Como el árbol que extiende sus raíces
Para poder sostenerse sobre
el suelo
Así surges en mi amor, sin
un eclipse
Que empañe la ternura de mi
anhelo.
Tú naciste el tercero, con
ternura
E inmensa devoción a mi
cariño,
Te he visto sonreírme con
dulzura
Y he sentido mi amor como
de niño.
Y así tu amor que en sartal
de gozo
Ha venido a complacerme en
mis anhelos
Es en dulzura y amor lo más
hermoso
Conque cuento de dichas
bajo el cielo.
Complaciente, tierno y
dulce como eres,
Será eternamente, así lo
espero,
Un pedazo del alma, quien
te quiere,
Te deja en estos versos muy
sinceros.
VOLVERÁ
1956
SONETO
(Al padre Matutis con motivo de su viaje)
Volverá porque Dios puso en
su mano
La fuerza con que hace
maravillas
Volverá porque su celo
saleciano
Lo necesita el fervor de
Barranquilla.
Volverá porque Dios puso en
su pecho
La fuerza que perdona a
quien lo humilla;
Volverá porque todos sus
derechos
Los tiene y los pregona
Barranquilla
Volverá porque la caridad
aquí lo llama
Y aquí está todo el fruto
de su mente
Porque el brote de la fe ya
lo reclama.
Porque aquí deja a todos
sus hermanos
Y porque el campo segado
por su mano
Está listo a brotar nueva
simiente.
SONETO ACRÓSTICO
JULIO 16 DE 1956
(A Josefina en su primera
comunión)
Junto a tu corazón todo ternura
Oloroso a
jazmín y azucena
Sabrás
conservar con su hermosura
Esta
ofrenda que al quererlo te hace buena
Feliz al verte
doblegar la frente
Iniciando
tu amor hacia Jesús
No
quisiera que nunca, por quererte
Apartaras
tu mente de su luz.
Dile muy
quedo en tu oración sentida
El gran
amor que sientes este día,
Amor
sublime que en ofrenda pura
Reinará
en tu corazón con su alegría
Como un
tributo de amor en su ternura
Ofrécele
la fe con que te inspira.
NOCHE
BUENA
DICIEMBRE
24 DE 1956
(Dedicada a mis nietecitos: Cecilia,
Víctor Hugo y Pedro Manuel Santander Siado)
Una
noche de la historia
Nació
un niño allá en Belén
Que
para el cielo fue gloria
Y
para los hombres también.
Tierno
niño que en sus brazos
Para
darle su calor
Una
niña unía los lazos
De
los hombres y su Dios.
Los
pastores al aviso
De
una estrella y de su luz
Se
llegaron muy sumisos
Para
adorar a Jesús.
Y
los reyes que en sus sueños
Por
la estrella y su fulgor
Caminaron
hasta el dueño
De
la vida y del amor.
Caminaron
sin dudarlo
Muchas
noches, muchos días
Y
al fin al encontrarlo
Le
adoraron con María.
Y
la historia se repite
La
llamamos: Nochebuena;
Es
la noche en que persiste
La
dulzura nazarena.
Vengan
años, vengan siglos
Y
su paso no podrá
Arrancarnos
al Dios niño
Que
nos trae la Navidad.
De
otras partes han traído
Nuevos
usos para dar
A
esta fiesta otro sentido
Y
a Jesús así arrancar.
Pero
Dios, el infinito,
Con
su gracia, con su amor,
Siempre
viene así niñito
Para
darnos su calor.
NochLA MADRE
1953
Con el cariño con el
que cada año se conmemora El Día de la Madre, vuelvo a cantarle en este poema
que titulé. . . La madre.
La madre es una rosa.
Sus místicos perfumes
Saturan el ambiente
De esencia misteriosa
Que ensancha al corazón;
Y salen de su seno
Igual que los querubes
La vida de otras vidas
Cual rosas en botón.
La madre es una fuente.
Sus linfas cristalinas
Regando van al mundo
Con gotas de cariño
Cual suave amanecer;
También la sed apaga
Desde que estamos niños
A fuerza de ternura
Con ansias de querer.
La madre es una estrella.
Sus vivos resplandores
Alumbran a los hijos
Sus pasos por doquier;
Así su luz expanden
Sus rayos bienhechores
De noche y en la aurora
Con dulce amanecer.
Las madres es armonía.
Las notas más sonoras
Del arpa de la vida
Las da su corazón;
Al eco de su canto
En dulce melodía,
Se enlazan los afectos
Al ritmo de su amor.
El cielo y el espacio,
La tierra y el sonido,
El mar y las estrellas,
La vida y el amor
En un suave conjunto
De anhelos muy sentidos
Le van diciendo: Madre,
Así es tu corazón.
Inmenso como el cielo;
Como el amor, sublime;
Como el espacio extenso;
Tan grande como el mar.
De ti sale lo noble
Que alegra, que redime,
Lo puro y verdadero
Que nunca ha de cansar.
La cuna es un santuario.
Donde ella, de rodillas
Al Dios de los altares
Ofrece su oración;
Gozosa y satisfecha
Con la oración sencilla
De aquellos dulces cantos
Que da su corazón.
Y sigue por la vida
Solícita y amante,
Buscando para el hijo
El bien y la salud;
Y en ese afán constante
De ser nuestro refugio
No siente la fatiga
Que impone a su virtud.
Las dulces esperanzas,
Sobre su noble pecho,
Palpitan al unísono,
Con gozo y con dolor;
De gozo, si presiente
La dulce bienandanza;
Le duele si vislumbra
Mal pagado su amor.
¡Oh, hijos venturosos,
que veis en vuestra madre
el faro que ilumina
la senda que seguís!
Sabed que es tan hermoso
Decir: ¡Oh, Madre salve!
Porque esa luz divina
Alumbra hasta morir.
SONETO
A SAN ROQUE
1953
Para entrar a un
concurso literario con motivo de la fiesta de este año, hice este soneto a San
Roque.
Como luz de celeste maravilla
Que subyuga porque alegra al corazón,
Así espera feliz tu Barranquilla
Esta fecha que la llena de emoción.
A ti, llegan en masa confundidos
El noble, el
poderoso, el escribano
El más humilde por tu
amor unidos
Diciendo en su oración, somos hermanos.
Por eso a ti, la noble Barranquilla
Ensanchado por tu amor su corazón
Te dice que te quiere y que se humilla.
Y con entusiasmo, fiesta y alegría
Con cantos y tambores en este día
Te siente y te proclama su patrón.
Estos sonetos son
trillizos porque brotaron juntos, en una misma inspiración e aquí el primero. .
.
SONETO SIN I
Buscando con afán una mañana
Un tema para hacer este soneto
Asomada al marco de la ventana
Capté una forma que entraba por el techo.
Era un ave de colores tan extraños
Que al verla se asustó hasta la gata
Que a saltos, expuesta a hacerse daño
Volaba por la casa en cuatro patas.
Era guapa como fea el ave aquella
Paseó la casa en saltos, tan serena
Como buscando un placer en su faena.
La gala entre medrosa y asustada,
Revuelta en los trastos de la mesa
En ataques convulsos pataleaba.
SONETO SIN O
Vivir para sufrir, esa es la vida
Sufrir en calma nuestra suerte; es
Alcanzar para el final de la partida
La dulce dicha que vendrá después.
Si vives para el bien tienes la esencia
De alcanzar la ventura en realidad,
En el bien, la dicha, la existencia
Es alegre y tranquila de verdad.
Si la pena taladra vuestra alma
Si bebes la hiel de la amargura
Y esperas el bien en la ansiedad.
Busca la fe, que en ella tendrás calma,
Ella tiene suavidades y ternura
Y al final, te dará la palma.
SONETO SIN U
1953
Llegó el amor al corazón llamando
En ese instante el corazón dormía
El amor, triste se alojó llorando
El pobre corazón no respondía.
Despierto el corazón siente desvío
Este presiente y con dolor palpita,
Algo pasó, Señor, en torno mío
Siento tan hondo y mi ser se agita.
Así de cerca va el amor pasando
Toca y se aleja, sino estás alerta
Hasta otro corazón
solicitando.
Y el amor tan ligero y atrevido
Siempre toca al estar despierta
Entra dejando al corazón vencido.
LA SONRISA DE LA MONJA
1953
No es para el mundo tu sonreír
Es para el alma que sufre y llora,
Así sonriendo sabes sufrir
Con tu sonrisa al cielo imploras.
Buscas el claustro porque tu celo
Allí se agiganta para la lucha,
Allí te sientes muy cerca al cielo
De allí directo Dios os escucha.
Lejos del ruido, de la
quimera
Del mundo vano; vas satisfecha
Dejando al mundo que bulla afuera
Para ofrecer a Dios tus endechas.
Nada te importa si fue escogida
Tu alma selecta, para que laves
Con tus bondades la pobre herida
Del alma enferma que nadie sabe.
Tierna sonrisa tu rostro dulce
Esboza siempre ante el dolor,
Así un tributo tu vida cumple
Mezclando el llanto con el amor.
Nadie comprende que sobre el pecho
De hija, de madre, de esposa fiel,
Llevas prendida con sus
derechos
De Dios la gracia con tu querer.
Alma escogida, dulce y austera
¿Qué fuera el mundo sin tu bondad?
Una sonrisa lleva en bandera
Arma y escudo, tu alma
triunfal.
Y cuando el mundo lanza sus dardos
Creyendo herirte con estrechez,
Una sonrisa tienen, tus labios
En represalia para el soez.
Alma de niña, manos de madre
Faro y consuelo de la niñez,
Dulce esperanza cuando taladre
La pena el alma de la vejez.
Y de rodillas en los altares
Desagraviando vas al Señor,
Rezas y pides porque los males
De los mortales alivie Dios.
Para una invitación a un baile de carnaval,
para complacer a mis hijas, escribí. . .
LOS PACHUCOS SE DIVIERTEN
1953
Estimado señor Director
Y demás acompañantes:
Un saludo y un favor
Mando y pido al instante.
Para su Majestad
Carolina Primera:
Un saludo especial
A su gracia hechicera.
Los pachucos se divierten
Sábado de Carnaval
Y para que los conozca la gente
Aquí los voy a nombrar
Ramiro Torres (El fantasma)
Será nuestro capitán,
José Mercado (El coreano)
También entrará a bailar.
Alfonso De La Espriella
(Como espagueti) será,
confiando en su buena
estrella
un bailador de verdad.
Armando Vengoechea
Alias muñeco es
Y benjamín Eljaedue (El
turco)
Bailarán ahora y después.
(El tigre) Gabriel García,
Augusto Piñeres (resorte)
Presentarán ese día
De su destreza, un
derroche.
Oswaldo Criales (Urol)
Con su gran habilidad,
A Miguel Barrios (Picaflor)
No se lo había de ganar.
Y como aquí será el fuerte
Pedimos al Director
Que baile para honor
De los pachucos se
divierten.
Y como no ha de faltar
Las parejas a porfía
Bailarán Olga, Carmelay
Regina, Yadyra Georgina y
Sofía.
Las otras irán en cola
Para acabar la jarana
Y así, rodará la bola.
De usted, Señor Director,
Agradeciendo el favor.
Firma, la Capitana.
VILLANCICOS
1953
CORO
Niño de mi vida,
Dame tu cariño.
Niño del amor
Y tu bendición.
¡Ven, Oh, Jesús mío!
A mi corazón
Que esperamos todos
Poderte decir,
Aquí está mi vida
Niño del amor
Danos tu cariño
Y tu bendición.
CORO
Danos el regalo
De tu corazón
Que lo devolvamos
Cubierto de amor
Para que en la vida
Podamos tener
Parte de tu herida
Y de tu gran poder.
CORO
Y tu madre buena
Sea nuestra abogada
Nuestra celadora
Y nuestra guardiana;
Y luego, en el cielo
Con tu resplandor
Directo lleguemos
Al trono de Dios.
AMOR IDEAL
1953
Nació un amor bajo el feliz alero
De un hogar placentero y generoso
Y dos tiernos corazones
fueron
Presa en las redes de ese
amor hermoso.
Se amaron en silencio,
confundido
El inmenso volcán que
hervía en sus pechos
Con el dulce y reposado
conque unidos
La vida les legaba un mismo
techo.
(Un hombre ya, la suerte
separaba
con visos de tragedia
aquellas vidas
un porvenir la vida
reclamaba
y a buscarlo se fue tras la
partida.
Nunca fue la inconstancia
la culpable
Pues siempre cariñoso y muy
atento
Las cartas no escasearon,
tan amables
Mensajeras de dicha y de
contento.
Y ni aún la ausencia
traslucir quería
De aquella llama el fuego
verdadero
Tan feliz y contenta se
sentía
La dulce niña en su sueño
placentero.
Era una llama que encendida
a solas
Estaba expuesta a sucumbir
un día
Para romper al corazón que
todas
Sus ilusiones en ese amor
ponía.
Nunca hablaron de amor
pero, se amaban
Con esa fuerza del amor
primero
Ni lejos ni de cerca se
olvidaban
Fue un amor siempre puro y
verdadero.
Otra mujer apareció en la
vida
De aquellos seres puros e
inocentes
Como una sierpe, sigilosa y
atrevida
Mató la dicha del amor más
fuerte.
Y como hombre al encontrar
placeres
En unos labios que decía le
amaban
Fue sembrando al fin con
sus desdenes
El recelo en el alma de su
amada.
Y pasaron dos años en
silencio
Suficiente a los dos para
engañarse
Y tranquilos sellaron el
tormento
Que escogieron sus almas al
amarse.
Él casado sin amor, no
encontró calma
Porque a su pecho, el fuego
de otro amor ardía.
Ella, casada también, fue
desgraciada
Porque ya su corazón no
respondía.
Fue después de los años que
supieron
Que sus almas nacieron para
amarse
Que era grande ese amor y
verdadero
Que solo con la muerte iba
a acabarse.
Pero al abismo de sus almas
rotas
Por el engaño, el dolor y
la agonía
Llevaban el deber como la
nota
Que en su lucha y afán los
sostenía.
Nadie supo ese amor, sólo
el destino
Que a voces juega con el
alma buena
Los puso nuevamente en el
camino
Cuando víctimas eran de la
pena.
Y en un grito que arrancó
la angustia
Fue el desbordar del
corazón maltrecho,
Al encontrar en las
facciones mustias
Todo el dolor de un corazón
desecho.
¿Qué he de hacer para curar
la herida
que está sangrando en tu
adorado pecho?
Mi sangre toda la daré
vertida
Gota a gota, es tuya por
derecho.
Somos hijos de Dios y no
podemos
Sucumbir al dolor de una
mentira
Por el Dios que adoramos y
en el que creemos
Juremos con amor curar la
herida
Calla. Y si invocas a Dios
sufre y espera
Que su gran caridad nos
dará calma
Nunca acerques las manos a
la hoguera
Y menos si la que arde es
nuestra alma.
Porque esta llama que
inocente un día
Brotó tan clara cual el
agua pura.
Hoy, puede convertirse en
felonía
Perdiendo su valor y su
hermosura.
Nos separa un abismo, un
sacramento
Que ingenuamente nos ligó a
otras vidas,
Nos separa el deber y hasta
el momento
De dejar de existir, a
ellas nos liga.
Sin poder olvidar busca la
calma
En el santo refugio del
olvido.
Dios para las penas de las
almas
Que luchan y combaten, es
amigo.
Cierra tu corazón pero ama
siempre
A la que en vano y a su
pesar te quiere
Dios, el bueno, el santo,
el justo y el clemente
Perdona el amor que es puro
y que no muere.
Y es puro este amor, aunque
prohibido,
Que con dolores alimentó su
vida
Nunca puede existir ni
había existido
Quien cierre al amor la
abierta herida.
Así sellaron ante Dios, un pacto
De fe y amor, dos tristes
corazones
Y eternamente vivirá aquel
acto
Como el dulce acabar las
ilusiones.
MI DOLOR
1954
Me duele el corazón, empeño
vano,
Es dar a mi dolor un
lenitivo;
He de llevarlo siempre de
la mano
Pues más que ser de mí, nació
conmigo.
Si buscar he querido por la
vida
El punto en qué dejar su
triste carga
Cuántas veces lo alejo, me
castiga
Haciendo mi existencia más
amarga.
A veces, la lucha me
confunde
Y quiero con placer borrar
su huella
Pero encuentro en las
dichas de este mundo
La imagen del dolor en
todas ellas.
Tal vez será que lo que más
anhelo
Se encuentra más allá de lo
infinito
No me sacian las dichas de
este suelo
Mi afán y mi dolor están
escritos.
En todos los amores, he
probado
Lo amargo del dolor ¡Oh
Dios del cielo!
He sentido mi amor
menospreciado,
He llorado de pena sin
consuelo.
Por sólo unos instantes me
ha dejado
El dolor, mi eterno
compañero,
Cuando al pie del altar, he
comulgado,
Haciendo de Jesús, mi
prisionero.
¡Oh Jesús! Tú por bueno y
por clemente
te apiadas tantas veces de
mi pena.
Por ti llegué a saber que
esa, mi suerte,
La merezco, tal vez no he
sido buena.
Pero, Tú que la gloria
prometiste
A aquel que con amor llegue
a tus plantas
Aquí tienes la vida que me
diste.
Recíbela, Señor, tu gracia
santa.
LA ABUELITA
1954
¡Oh, Dulce infancia!
Tiernos suspiros
Da el corazón.
Sólo hay recuerdos
De la fragancia
De aquellos tiempos
¡Tierna ilusión!
Tiempos felices
Bajo el alero
De la abuelita.
¡Oh dulce hogar!
Nunca en la vida
Habré de olvidar.
Cuando del juego
Las travesuras
Le molestaban,
Con su ternura
Que nadie nunca
Podrá imitar,
Con unos dulces
Y su sonrisa
Nos alejaba.
¡Oh viejecita!
¿Cuándo tu cara
podré olvidar?
Se fue ella al cielo
Una mañana
Del mes de mayo,
Dulce y tranquila,
Como vivió.
A sus hijos
Dejó el consuelo
De verla alegre
Ante el dolor.
Su alma de niña
Cerró los ojos
Para la vida
Sin una queja,
Sin un doblez.
¡Oh mi viejita!
¡Qué buena eras!
Cómo recuerdo
De tu carita
Dulces recuerdos
De mi niñez.
AL NIÑO DIOS
1954
Niño querido:
Dulce bien mío.
Ven a mi pecho
Que yo lo ansío.
Entre esas pajas
Que son tu lecho
No te incomodas.
¡Oh Niño Dios!
Tu amor de niño
Dulce y tranquilo
Calma mis ansias
Y mis dolores.
Ven a mi pecho.
¡Oh Jesús mío!
No tardes tanto
Que yo lo ansío.
Te ofrezco mi alma
Y la fragancia
De mi cariño
Mis tiernas flores.
Tú dame en cambio
La dulce calma
De amarte siempre
Con toda el alma.
Para en mi pecho
Darte un abrigo
No me desprecies.
Jesús querido.
Para en el cielo
Poder amarte
Y sentir la dicha
De tu consuelo.
EL AMOR
1954
(A Victor Hugo en su primer año)
Se multiplica el amor como
las nubes,
Se agiganta en el pecho
cuando sube
De un amor a otro amor.
Esencia pura que borrar no
puede
El tiempo mismo en su
correr fogoso,
Allí do encuentra el alma
su reposo,
Está el amor que del amor
nos viene.
Tenerte a ti, como si
fueras mío,
Orgullosa de ser tu
madrecita
Representa en mi amor tu
poderío
Dulce amor que mi alma
necesita.
Víctor Hugo te llamas para
ver cumplido
Un deseo imperante en mi
poesía.
A Dios le pido que la musa
mía
Sea el eco de mi amor para
tu oído.
LA BANDERA
1954
Es, señores, la bandera
Un girón de nuestro suelo,
Que llevamos cual se lleva
En la vida los anhelos
Cuando niños la miramos
Empinada sobre un asta
Y en su honor le dedicamos
Unos versos, nuestras
ansias.
Ella lleva de los pechos
El calor y la bravura
Porque pone en su derecho
De la historia, la ternura.
Ella lleva en sus colores
De la madre, el corazón.
Con sus goces y dolores,
Con su vida, con su amor.
En el alma de la novia
Es suspiro, es oración
Una página de historia
Que le canta en su canción.
Para el hombre es el camino
Que conduce hasta el honor,
Cuando cumple su destino
Con la patria y con su
Dios.
¡Oh bandera bendecida,
que venero hasta morir!
¿Quién por ti no da la
vida?
¿Quién no adora tu existir?
Ahondando en los sentimientos de la dulce amiga Ercilia Camargo M y a petición de ella escribí. . .
LA MADRE
MUERTA
1954
Eras niña
no más cuando perdiste
Al ser
que más amamos en la vida,
Tan niña
que quizá no comprendiste
Lo grande
del dolor de esa partida.
Han
pasado los años y escondido
Como un
tesoro inalcanzable, llevas
Oculto
entre tu ser adolorido
La imagen
de la madre como era.
Y ese tu
corazón adolorido
Emporio
de cariño y de dulzura
Lleva siempre
la imagen que ha perdido
Como
insignia de bien y de ternura.
Entre
ella y el hijo no hay distancia
Así la
muerte su figura lleve,
Porque
aún muerta la madre la fragancia
Y ternura
de ese amor es indeleble.
La madre
imprime en nuestro ser su vida
Y a cada
paso su mirada inquieta
Estrecha
más lo que a su ser nos liga
Y aún nos
mira así después de muerta.
Dios en
su inmensa caridad sublime
Puso ese
amor que calma los dolores
Amor que
exalta, que anima, que redime,
Que cura
la traición de otros amores.
Y desde
el cielo para dar consuelo
Al triste
ser que su cariño llora,
Dio la
esperanza de que un día en el cielo
Se
encontrará con el alma a la que implora.
ASÍ ES LA VIDA
1954
Soneto para A. L.
Gómez
El que hizo añicos con su voz austera
Todas las lacras de la
amada patria
Por un designio de su
suerte innata
Sufre la insidia de adalid
severa.
Su noble pecho por el mal
herido
Confió sus luchas y su
honor, su nombre,
Envuelto en lodo lo que
infama al hombre
Será ultrajado pero no
vencido.
Así es la vida y su correr
nos dice
Que el mundo insulta y
asesina infame
A todo aquel que su bondad
derrame.
Desde el momento en que
Satán existe
El bueno, el noble, el
justo y el clemente
Sufrir y ser odiado, esa es
su suerte.
OTRA VEZ
1954
(A San Roque)
Como un tributo que mi alma paga
A tus bondades. ¡Oh Santo
amado!
Pongo mis males sobre tu
llaga
Para sentirme, ya
consolada.
Si sufro y peno por mis
pecados,
Si añoro siempre vivir
feliz,
Al ver tu llaga y tu cayado
Miro tu gloria, Tú eres
así.
De cuantas penas y
privaciones
Rodeó tu vida, tu sencillez
Pongo a tus plantas mis
oraciones
Unas tras otras, y otra
vez.
Quiero con ellas brindarle
todo
Lo que agradece mi corazón,
Busco portarme del mismo
modo
Que tú lo hiciste para con
Dios.
Y en este canto quiero
pedirte
Para mi alma triste y
enferma
Todo lo grande que tú
tuviste
Conque alcanzaste la vida
eterna.
A PEDRAZA
1954
Al fin, Pedraza, mi musa
inspiras.
Con cosas santas cual lo
deseé
Y, en este grito de mi
garganta
Con dulces notas, te
cantaré.
Tierra querida, tierra de
amores
Buena y sencilla donde nací
Al fin llegaste a días
mejores
Serás como eras, como te
vi.
Tus hombres nobles y
diligentes
Buscando medios para tu
bien
Poniendo en ello toda su
mente
Te harán dulce como un
edén.
Y como guardia de tus
dominios
Como atalaya de tu virtud,
Con todo el celo de su
cariño
El dulce y bueno, Corazón
de Jesús.
Serás airosa como otros
tiempos
La hospitalaria, noble y
leal
Con adelanto ya del momento
Con Dios de escudo de tu
ideal.
Así te mira mi inspiración,
Así te siente mi fantasía,
Así te quiere mi corazón,
Así lo anhela el alma mía.
Y cuando todos quieran
cantarle
Cual yo te canto y te
venero
Sabrás que solo pensó en
amarte
La hija que supo cantar
primero.
¡OH, CRISTO!
1954
¡Oh, Cristo Dios! Por mi
maldad herido
Cristo Jesús, por mi
maldad, maltrecho;
Por mí, sangrando, tu
divino pecho;
Azotado tu cuerpo y
escupido.
No merezco, Señor, sino tu
olvido.
No merezco de Ti sino la
muerte
¿Qué te diera, Señor, para
quererte?
¿Qué enmendará lo mala que
yo he sido?
Para llegar a Ti, yo he
comprendido
Que es preciso llegar hasta
el olvido
De lo que más amamos en la
vida.
Aquí me tienes, Señor,
arrepentida.
Cuanto tengo y tendré, será
la paga
Conque quiero aliviarte de
tus llagas.
FELICITACIÓN
1954
(A Carmelay en su día)
Como siempre en este día
Con todo mi corazón,
Te deseo muchas alegrías
Salud, dinero y amor.
Las tres cosas necesarias
Para ser uno feliz
A manera de plegaria
Las deseo para ti.
SENTIMIENTO
1955
(Para Etelvina en su matrimonio)
“Temblando el corazón, pongo la mano
para estampar aquí mi
sentimiento
el corazón del hombre es un
arcano
donde se agitan amores y
tormentos.”
El corazón de la madre en
su empeño
De llenar del deber los
requisitos
Y colmar de los hijos, los
ensueños
Lleva el peso del dolor y
sacrificios.
Noble misión en donde Dios
pusiera
Toda la fuerza de su amor
bendito,
Permitiendo al corazón que
resistiera
El dolor de un amor por el
escrito.
La mujer como madre es la
ternura
Como esposa abnegada es un
consuelo
El amor, el dolor y la
ventura
Le vienen de gracia desde
el cielo.
Por eso, al darte en mi
oración sentida
La dulce unción de mi
cariño triste,
Deseo que siempre para ti
en la vida
Sea todo el bien que en el
mundo existe.
Porque eres buena,
comprensiva y noble
Sabrás hacer de vuestro
amor un cielo.
El deber, el amor, la
dicha, el nombre
Lleva toda mujer siempre en
su anhelo.
El hombre amable,
comprensivo y bueno
Es un tesoro que nos da la
suerte
El corazón de la mujer
siempre sereno
Ha de ser su baluarte hasta
la muerte.
Y sólo eso, al corazón de
madre
Podrá colmar la soledad que
deja,
La hija que ha sido sin
hacer alarde
Dulce tesoro de una pobre
vieja.
Y a Dios con el alma
conmovida
Para premiarte como tu
mereces,
Le pido que tu esposo sea
en tu vida
Amor, consuelo, bienestar
con creces.
A SAN ROQUE
1955
Vuelvo a cantar a San Roque en este día
Con la misma ternura de
otras veces
Tanto han alcanzado de Él
mis preces
Que callar al corazón ya no
podría.
San Roque empinado en esa
cumbre
Donde lo elevan con amor
los corazones
No desdeña jamás las
oraciones
Que con llama de fe son
como lumbre.
Como todo lo grande, Él es
humilde
Como grande y humilde y
verdadero
El celo y el amor con que
nos sirve.
Y su templo que airoso se
levanta
Ha visto a su pueblo muy
sincero
Postrarse de rodillas a sus
plantas.
TRIBUTO DE AMOR
1955
(Para
Gladys Melania en su matrimonio)
El amor es virtud, es don
del cielo,
Nos sostiene y alienta por
la vida,
Ennoblece al corazón que
con anhelo
Lo lleva en su estandarte
como égida.
Si encontramos amor, todo
lo hallamos
Porque el amor endulza la
existencia,
Y al tenerlo con ansias lo
guardamos
Es la imagen de Dios, su
misma esencia.
Y son los corazones, el
santuario
Donde el ser de rodillas a
Él se inmola,
Es fuerte y es valiente y
temerario
El noble corazón que lo
aprisiona.
Y en aras del deber, el
amor pone
Toda su dicha, su pasión
más santa
El deber al amor siempre se
impone
La vida es sombra ante
grandeza tanta.
El cumplir el deber, dulce
y lastima
Porque su senda es cruz, es
bien, es calma,
El deber como quiera se
encamina
A buscar lo sagrado de las
almas.
Por eso, su dolor es un
consuelo
Cuando lleva del amor, un
lenitivo
Es deber de la madre en
este suelo
Dejarle al corazón su
merecido.
Los hijos son la flor de la
existencia
Y la razón de ser de
nuestra vida
La llama que alumbra, que
calienta,
La que hace que la dicha
sea efectiva.
Uno tras otro, como van
viniendo
Así se van alejando por la
vida,
Unas veces con gozo, otras
sufriendo
Y el pobre corazón no se
intimida.
No hay pena ni dolor que
sean tan fuertes
Para quitar al deber su
sacrificio,
El corazón de la madre
hasta la muerte
Cumplirá con su deber
porque está escrito.
Y por tercera vez, este mi
tema
Conque pulso mi lira
enternecida
He de estar como siempre
tan serena
Brindándole un tributo así
a la vida.
Sólo me resta ya pedir al
cielo
Para tu corazón dulce y
sencillo,
Un gran amor que llene
vuestro anhelo,
Y una dicha nimbada de
cariño.
Porque sólo el amor podrá
premiarte
El dulce bien que con
bondades diste
Al triste corazón que en
adelante
Sólo te resta pedir que
sean felices.
Y en estos versos, como
siempre dando
Toda la esencia de mi amor
sincero,
Lo mismo que a ti, le digo
a Orlando
Deben quererse como yo los
quiero.
SAN ROQUE EN BARRANQUILLA
1955
Barranquilla sencilla y generosa
La noble y soberana del
trabajo,
Para hacer su historia más
hermosa
De allá de Italia, la
ciudad airosa
Al más humilde de sus hijos
trajo.
Cuando era apenas su
progreso un sueño
Sus noble hijos en su afán
buscaron
Un baluarte que fuera como
dueño
Que en la vida y el alma
fuera empeño
Y allá en Mompellier por su
bien hallaron.
Y aquí, San Roque en
posesión de todos
Los grandes y sencillos
corazones
De todas partes levantó en
éxodo
Para hacerse así de todos
modos
Guardián y refugio en sus
acciones.
De todas partes, se levanta
en masa
La furia loca de pasión
impía
Los hijos de los pueblos ni
en su casa
Están seguros, hasta allí
les alcanza
El odio, la traición y la
falsedad.
Sólo aquí en Barranquilla,
la tranquila
La segura y feliz en su
destino
Como firme refugio de su
vida
Que la ampara y la cuida de
la intriga
Está San Roque como fiel
amigo.
En furia infame levantose
un día
Del noble pueblo el enemigo
austero
Llegó a los templos y con
saña impía
Profanó con maldad y
felonía
Lo más sagrado de este
pueblo entero.
Entró a San Nicolás, allí
buscando
Cuanto se ama y venera con
respeto
En un afán de su querer
nefando
Imágenes y todo profanando
Sembró el horror en pueblo
tan correcto.
Salió a la calle y en afán
osado
De destruir cuanto
encuentre y cuanto toque
A todo lo que el pueblo
había aclamado
Como suyo y con derecho
conquistado
Llegose a las puertas de
San Roque.
Pero, ¡Oh, poder del
taumaturgo Roque!
Ya va a caer sobre su
iglesia el golpe infame
Les mueve el corazón con
ese enfoque
De luz y de dulzura que a
su toque
Los hace que lo quieran y
lo aclaman.
Alguien sale de entre
ellos, valeroso
Se planta ante la turba
enloquecida,
Con gesto de león y de
coloso
Defiende con valor y gesto
hermoso
La iglesia de San Roque tan
querida.
No paséis de San Roque los umbrales
No toquéis de esta iglesia
una baldosa
Aquí están de Barranquilla,
los anales
Aquí están de nuestra fe,
los ideales
Es esta nuestra iglesia más
hermosa.
Y allí, llegó de la
avalancha loca
La furia con que iba destruyendo
San Roque por su fiel abrió
la boca
Y al influjo del amor con
que nos toca
Se fue del mal la voluntad
cayendo.
Y fue San Roque quien
salvara un día
De la peste infecciosa a
las ciudades
Con el derecho de amor que
poseía
Por la fe y el amor que le
tenían
Salvó a su iglesia de
horrores y de males.
¡Oh poder de San Roque con
las almas!
¡Oh poder de San Roque en
Barranquilla!
Por él se disfruta de la
calma
Y el progreso y la fe baten
la palma
En esta tierra que ante él
se humilla.
El grande, el poderoso, el
escribano,
El triste y el feliz en un
derroche
De amor y comprensión como
de hermano
Como niños cogidos de la
mano
Se acercan a rezar ante San
Roque.
Y el tan generoso y
comprensivo
Estrecha más y más los
corazones,
Por eso todos somos como
amigos
Aquí todo se ve tan
comprensivo
De San Roque serán los
galardones.
A CARMELINA EN SU MATRIMONIO
1955
La estimación y el cariño son algo inmaterial, que los hombres
materializan con un regalo el día de los grandes acontecimientos de nuestra
vida. Pero, saliendo de los límites de esta rutina como una especialidad de mi
cariño, te hice estos versos. . .
AMAR
Amar es dar la dicha, es
darlo todo;
Es sentir del amor, la
plenitud;
Es hallarse feliz de todos
modos,
Es tener en la lucha; la
quietud.
Es la vida tan dura y
traicionera
En la lucha continua y el
afán
Que a veces se muestra tan
severa,
Que sentimos dolores al
amar.
Por eso, el corazón en su
desvelo
De darse todo al corazón
que adora
No encuentra otra dicha
bajo el cielo
Que ser de aquel amor a toda
hora.
Y esto es comprensión y
sacrificio
Desinterés y dolor y
alegría,
Y Dios en su bondad así lo
quiero
El alma debe amar con
energía.
Aquí tienes apenas
bosquejado
Lo que encierra de noble el
matrimonio
Es la nota de un bien muy
anhelado
Y de dolores y goces el
exordio.
Pero tu alma grande y
generosa
Sabía tener de su bondad
destellos,
Como siempre en tu hogar, serás la rosa
Que alegra, que perfuma con
tu empeño.
Y con mis versos como
siempre elevo
Una tierna plegaria al Dios
bendito
Y también, a tu esposo
decir debo:
Que sean felices hasta el
infinito.
A BOLIVAR
1956
en el libro de los recuerdos de la Quinta de San Pedro Alejandrino
escribí. . .
¡Oh, genio inmortal! Hasta
tu gloria
ha llegado la hiel del
enemigo.
Aquí de tu grandeza está la
historia
No serán tus anhelos
confundidos.
TERNURA
1956
(En el primer año de Pedro Manuel)
Como el árbol que extiende sus raíces
Para poder sostenerse sobre
el suelo
Así surges en mi amor, sin
un eclipse
Que empañe la ternura de mi
anhelo.
Tú naciste el tercero, con
ternura
E inmensa devoción a mi
cariño,
Te he visto sonreírme con
dulzura
Y he sentido mi amor como
de niño.
Y así tu amor que en sartal
de gozo
Ha venido a complacerme en
mis anhelos
Es en dulzura y amor lo más
hermoso
Conque cuento de dichas
bajo el cielo.
Complaciente, tierno y
dulce como eres,
Será eternamente, así lo
espero,
Un pedazo del alma, quien
te quiere,
Te deja en estos versos muy
sinceros.
VOLVERÁ
1956
SONETO
(Al padre Matutis con motivo de su viaje)
Volverá porque Dios puso en
su mano
La fuerza con que hace
maravillas
Volverá porque su celo
saleciano
Lo necesita el fervor de
Barranquilla.
Volverá porque Dios puso en
su pecho
La fuerza que perdona a
quien lo humilla;
Volverá porque todos sus
derechos
Los tiene y los pregona
Barranquilla
Volverá porque la caridad
aquí lo llama
Y aquí está todo el fruto
de su mente
Porque el brote de la fe ya
lo reclama.
Porque aquí deja a todos
sus hermanos
Y porque el campo segado
por su mano
Está listo a brotar nueva
simiente.
SONETO ACRÓSTICO
JULIO 16 DE 1956
(A Josefina en su primera
comunión)
Junto a tu corazón todo ternura
Oloroso a
jazmín y azucena
Sabrás
conservar con su hermosura
Esta
ofrenda que al quererlo te hace buena
Feliz al verte
doblegar la frente
Iniciando
tu amor hacia Jesús
No
quisiera que nunca, por quererte
Apartaras
tu mente de su luz.
Dile muy
quedo en tu oración sentida
El gran
amor que sientes este día,
Amor
sublime que en ofrenda pura
Reinará
en tu corazón con su alegría
Como un
tributo de amor en su ternura
Ofrécele
la fe con que te inspira.
NOCHE
BUENA
DICIEMBRE
24 DE 1956
(Dedicada a mis nietecitos: Cecilia,
Víctor Hugo y Pedro Manuel Santander Siado)
Una
noche de la historia
Nació
un niño allá en Belén
Que
para el cielo fue gloria
Y
para los hombres también.
Tierno
niño que en sus brazos
Para
darle su calor
Una
niña unía los lazos
De
los hombres y su Dios.
Los
pastores al aviso
De
una estrella y de su luz
Se
llegaron muy sumisos
Para
adorar a Jesús.
Y
los reyes que en sus sueños
Por
la estrella y su fulgor
Caminaron
hasta el dueño
De
la vida y del amor.
Caminaron
sin dudarlo
Muchas
noches, muchos días
Y
al fin al encontrarlo
Le
adoraron con María.
Y
la historia se repite
La
llamamos: Nochebuena;
Es
la noche en que persiste
La
dulzura nazarena.
Vengan
años, vengan siglos
Y
su paso no podrá
Arrancarnos
al Dios niño
Que
nos trae la Navidad.
De
otras partes han traído
Nuevos
usos para dar
A
esta fiesta otro sentido
Y
a Jesús así arrancar.
Pero
Dios, el infinito,
Con
su gracia, con su amor,
Siempre
viene así niñito
Para
darnos su calor.
Nochebuena,
Nochebuena
Noche
alegre y celestial
Siempre
plácida y serena
Para
a Jesús Niño amar.
Aquí termino este libro que encierra
para mí, todo el caudal de mis ideas. Donde he volcado todos mis dolores, penas
y alegrías y desesperanzas; y porque no decirlo, también un poco de felicidad.
Clementina
Ch. De Santander
Barranquilla,
Diciembre de 1956
No hay comentarios:
Publicar un comentario