ANTE EL ALTAR
Marzo 25 de 1951
Dame, Señor, para cantar tu gloria
La voz del ángel que en tu trono canta.
La pluma fiel para escribir tu historia
Del ave hermosa de tu gracia Santa.
Sabio misterio que tu vida envuelve
Desde el pobre portal hasta el Sagrario,
Oculto néctar que la paz devuelve
Al que a ti llega de dolor cansado.
Te miro en el pesebre tiernecito
Buscando de unas pajas, el calor.
Tú, el sabio hacedor de lo infinito,
Infundiendo a los mortales, tierno amor.
Obedeciendo, después a un dulce Padre
Que en cada instante, su bondad te da;
Recibiendo lo que Tú tenías que darle
Representando en Él, la humanidad.
Después, los años de tu vida humilde
De sabia predicación en Galilea,
Preparado del Señor para servirle
En el gran desprendimiento de su idea.
Más tarde, por la envidia envilecidos
Los mismos hijos a quien diste luz,
Buscaron la calumnia, embrutecidos,
Para llevarte al martirio de la cruz.
Y Tú, paciente por cumplir
el hecho
De dar Tu Sangre para el hombre redimir,
Como un cordero, descubrir el pecho,
Y cruel lanzada del hombre recibir.
Y, al salir del sepulcro revestido,
Con la gracia de darte en alimento,
Quisiste no menguar con el olvido,
La gloria de no ser como otros muertos.
Y, más, aún en tu bondad divina
Quedar quisiste como dulce bien,
Encerrado en el sagrario luz prístina
Que vino de los cielos a Belén.
¡Oh! Misterio del alma que atesora.
Todos los bienes del hombre y de su Dios,
Dulce consuelo como siempre ahora
Quisiera darte cuanto Dios me dio.
Y desde este sitial do me arrodillo
Te contemplo en resplandores de tu gloria
Hostia blanca misterio tan sencillo
Para el alma que aprende vuestra historia.
RINCÓN DE DOLOR
Mayo, 1951
(Ante el altar de la Dolorosa)
Un Cristo con los brazos extendidos
Implorando piedad a sus dolores
Y brindando consuelo al que he perdido
El camino feliz de sus amores.
Una Virgen con rostro dolorido
Retratada en la faz toda su pena
Y, con ternura, diciendo que ha querido
Sufrir por una culpa que es ajena.
De rodillas, con rostro compungido,
Un penitente musita una plegaria.
Diciendo que a la fe ya se ha rendido
Y espera del Señor que él se apiada.
La luz de la lámpara que oscila
Entre el dolor y amor de un Dios rendido.
Mostrando en los bordes de una herida
El precio de un mundo redimido.
Como tiembla el corazón ante la pena
De esos rostros tan puros y serenos,
El dolor y amor si son emblema
Del tierno corazón del Nazareno.
Quien no se siente de dolor contrito
Ante el augusto altar del sufrimiento
¡Oh! Rincón de dolor, tú eres bendito
porque, aquí, se ve a Dios en su tormento.
MADRE
Mayo 6 de 1951
(Dedicado a la madre Amparo en su cumpleaños)
Es este, el título que ostentas
Para ser de las almas, conductora,
Título que ennoblece y que te alienta
Porque madre, es ser todo en toda hora.
Bajo ese manto negro que te cubre
Se transparenta lo blanco de tu alma,
Más allá de la tierra, esta
la cumbre,
A que aspiras llegar bajo esa calma.
Y, en tu noble aspiración llevas prendida
Como fuerza imanada que te sigue,
La luz con que iluminas otras vidas.
Por eso, es madre como se te llama
Pues no hay palabra que mejor te diga
Todo lo grande que tu ser derrama.
PESIMISMO Y OPTIMISMO
Septiembre 28 de 1951
(A Carlos Chiquillo)
Todo ser racional, nace optimista
Porque nada preocupa su existencia
Y confiado, su vida se desliza
Esperando de Dios y su clemencia.
Después, vienen los sueños con los años
Las dulces ilusiones y quimeras,
Y, al toque de tristes desengaños
Se amilana la fe, se desespera.
Perdida la confianza hasta en sí mismo
El hombre nada cree, nada le alegra,
Y con esto se forma el pesimismo
Que es lo mismo decir, de nada espera.
La esperanza y la fe, todo lo alcanza,
Ellas son de la vida, los guarismos,
Navegar en sus ondas es bonanza
Aquí tienes el don del optimismo.
¿Quieres ser bueno? ¿Confiar en vuestra fuerza
para lograr el fin apetecido?
Deja atrás el desgano y la flaqueza
Y verás tus recelos confundidos.
Confía al Señor tus nobles intenciones
Que son grandes y justas en tu empeño,
Y tendrás con que abrir los corazones
Y para ellos, serás como su dueño.
Conozco la intención de tu soneto
Y me acojo a su fondo justiciero,
Que aunque duro y humilde es el boceto
De aquellas cualidades que prefiere.
A MARÍA
Mayo 18 de 1952
(Para Augusto César De Arco en su primera comunión)
Yo te ofrezco, Madre mía,
En mi primera comunión
El amor y la ternura
De mi pobre corazón.
Yo te ofrezco, en este día,
Dulce Madre, esta oración.
Da la paz y alegría
A Colombia, tu nación.
No permitas, Madre amada
Que yo pierda a tu Jesús.
Dame fe, sé mi abogada,
Sé mi alegría, sé mi luz.
¿DE FIESTA EL CORAZÓN?
1952
(A Cecilia Raquel en su primer año)
¿Y por qué el corazón está de fiesta?
¿Por qué renace como ayer, su amor?
Hoy, cumple un año mi primera nieta.
Que es, en mi jardín, una nueva flor.
Como renace el corazón dormido,
El tierno amor que sacudió mi ser,
Ha vuelto a sentir lo que ha sentido
Cuando al padre en los brazos, llevé.
¡Qué dulce es el amor del ser que lleva
sin salir de mi ser, todo mi ser!
No hay dicha con que compararse pueda
Al ver del hijo la niñez volver.
Virgen Santa, el rosal de mis amores
Ha brotado otra flor fulgente y pura
Tú serás el guardián de sus candores
Infundiéndole toda tu hermosura.
HOMENAJE
1952
(A los Padres Salecianos)
Diez lustros ha, que sus celosas plantas,
Hollaron esta tierra bendecida
Y, al conjuro de sus manos santas
Ha brotado la fe, se ve la vida.
En esta santa iglesia de San Roque
Brillando como estrellas cada día
Se ven las almas que a su divino toque
Se agrupan en torno de María.
El campo yermo convertido en flores,
El oscuro rincón en claridades,
Con el bien mitigando los dolores,
Pagando ingratitudes con bondades.
Del barrio humilde que San Roque era
Un centro de cultura y de moral,
La tosca iglesia de la grey primera
Clásico templo de belleza original.
Hoy, en marco de glorias y blasones
Rendimos del deber el vasallaje
Y poniendo a sus pies, los corazones
brindamos con honor este homenaje.
CANTO A SAN ROQUE
1952
San Roque: Para cantar
A tu gloria en este día,
Se inspira la musa mía,
Ante tu divino altar.
Las gracias que he recibido
De tu santa protección
Inclina mi corazón
A inspirarse en lo divino.
A ti, médico especial,
En grandes tribulaciones
Acudí con oraciones
Y aliviaste mi mal.
Después de María y Jesús,
Tú has sido mi protector,
En mi congoja mayor
Fuiste tú como una luz.
Por eso cuando te cantan
Y te rinden homenaje,
Mi pecho da el vasallaje
Y su canto mi garganta.
Y, qué decir de tu vida,
Ejemplo de amor y fe,
Por eso en tu amor busqué
Esa luz apetecida.
Ejemplo de caridad
Fue tu vida admirable
Por lo que el Eterno Padre
Te colmó de santidad.
Siendo príncipe quisiste
Ser humilde hasta morir
Y en la pobreza vivir
Porque tus bienes diste.
Y por toda compañía
Apreciaste la de un perro
Que de los hombres, el yerro
No empañara tu osadía.
¡Oh, barón inalterable!
Hijo fiel del Redentor.
Para cantar en tu honor
Dejaré que el alma cante.
Y que tu pueblo al querer
Ofrendarte en esta hora
Levante su voz sonora
Para que llegues a Él.
A CLARITA HAMILTON
1952
(Reina de la caridad)
Es de la fuerza, el león emblema
De la generosidad y la
bravura,
Todo busca su cauce a su
manera
Todo busca su fin en la
criatura.
Nació una niña y su azul,
el cielo
Puso en sus ojos para darle
luz,
Y en su alma para bien del
suelo
La hermosa caridad. Eso
eres tú.
ROMANCERO CORONA
1952
Después de pasar la noche
En una farra infernal
Habiendo todo un derroche
De comidas por demás,
En la mañana temprano
Ansioso de algo especial
El estómago pregona:
“Sólo quiero esta mañana,
para sentirme potente,
una taza bien caliente
de chocolate: Corona.”
Es la corona, el emblema
Del más alto honor terreno
Y el placer más natural
El comer de lo más bueno.
Por eso, todos aclaman
Para el placer coronar
Que traigan lo más sabroso,
Lo más rico y delicioso,
Al hacer la comilona
En la fiesta o en el hogar,
El alimento famoso
El chocolate: Corona.
ADORACIÓN
1952
La Virgen María
Ve que linda está,
Con su tierno niño
Allá en el portal.
Los pastores vienen.
¡Ay, vienen y van!
A adorar al niño
Que está en el portal.
El buey y la mula
Postrados se ven
Adorando al niño
Que nació en Belén.
Y los Reyes Magos
Adoran también.
Al niño prodigio
Que nació en Belén
Saltan corazones
De amor a porfía
Por el tierno niño
Que parió María.
¡Oye, Rey del cielo!
Del mundo, el clamor
Ya que Tú has venido
Trayendo el amor.
MES DE DICIEMBRE
1952
¡Oh, diciembre: mes
querido!
Mes de goces y de luz
Mes feliz porque ha venido
En tu día, el Niño Jesús.
Como saltan a porfía
Corazones mil y mil
Como saltan de alegría
Avecitas del pensil.
Porque vienes con tus
ruidos
Atronando la heredad
Anunciando en tus sonidos
Que llegó la Navidad.
PENSAMIENTOS
1953
Como es de inquieto el
pensamiento mío,
Que vuela y vuela sin
hallar descanso,
Unas veces se posa en el vacío
Deteniendo su vuelo en el
espacio.
A veces, penetra en los
dominios
Tranquilos y recónditos del
alma,
Buscando para el bien y sus
designios
La tranquila belleza de la
calma.
Otras, se agita como león
herido
Cuando vuelve sus ojos al
pasado
Y contempla el camino recorrido
Y mira en el ayer, ¡Cuánto
he llorado!
Y busca en el afán de su
quimera
Un motivo especial al
desencanto,
Cuando ve que la vida es
placentera
Para los que nunca vierten
llanto.
Así recorre lo que encierra
el mundo
Contemplando el placer y la
alegría
Y se estremece con dolor
profundo
Al no sentir la dicha
todavía.
Pero dice en su afán, si la
criatura
No puede ser más dichosa
que el creador
Y se consuela diciendo, por
ventura,
No fue sufriendo como Dios
vivió.
BUSCANDO OTROS CAMINOS
1953
Buscando otros caminos
llega mi pensamiento
A aquellos tiempos idos de
gracia y galanura,
Cuando el galán cantaba sus
penas y tormentos
Con cantos delicados de
amor y de ternura.
Al pie de la ventana,
solícito y amante
Poniendo como fondo la rosa
y el jazmín,
Mirando las estrellas y con
su voz amante
Compárala a la perla, al
cisne y al querubín.
Y aquellos campesinos,
después de su faena
Contentos y felices
cantaban con limpidez
Al cielo, a la campiña, al
mar, a la sirena,
Al tiempo y a la vida con
franca sencillez.
Y, luego, baja y oye el
canto del momento
Que dice de las cosas del
mundo y de su horror
Con unas frases libres que
aquí mi pensamiento
Pregunta si son estos o
aquellos lo mejor.
Recuerda de unos negros que
viven en la aldea
Cercana de mi pueblo cuando
iban a decir:
“Aquí le traigo el burro,
señor. Pero vea
excusa al atrevimiento
también vengo a pedir”.
Porque ellos por respeto,
por buenos, por humildes
Pensaban que era burro
palabra muy soez.
Y el burro que ha llegado a
marcar una tilde
En todo un arte músico,
feliz que debe ser.
Así mi pensamiento, no
olvida los detalles
Que capta en el tráfago del
mundo y del vivir
Y aunque el modernismo le
diga que se calle
No puede tener calma y
tiene qué decir.
Que el burro y la gallina,
el gallo y el caballo
Son cosas importantes para
decir amor,
Y que las cosas buenas se
miran de soslayo
Y que el romanticismo ya
casi no es de hoy.
El novio en la ventana le
dice a la muchacha
En rimas muy sonoras, te
llevo a Magangué,
Le dice buchipluma como a la guacharaca,
Le canta la cabuya en porro
y mapalé.
No sigas adelante, inquieto
pensamiento,
Elévate si puedes y deja a
los demás.
Que todas esas cosas, son
cosas del momento
Y las cosas de este mundo,
son cosas nada más.
GOZOS
1953
(A la Virgen de los
Dolores)
Madre de la soledad
En esta angustia te pido
Que ejerzas la caridad
Con este hijo desvalido
Quien en tu corazón confía.
Madre tierna y amorosa,
Depositando una rosa
De tu santísimo rosario
Ha de ser en noche y día
Consolado en su dolor
Para decir con amor
¡Dios te salve, María!
En tu bondad, confío
Al pedirte en mi oración:
Consuela mi corazón,
Madre tierna y amorosa
Al ofrecerte la rosa
Del santísimo rosario,
Para ser en noche y día
Consolado en mi dolor
Para decir con amor
¡Dios te salve, María!
Yo te ofrezco mis dolores
Mi soledad y mi llanto
Yo te ofrezco los
quebrantos
De mi vida en agonía
Y al decirte: Madre mía,
Sé conmigo generosa
Para ofrecerte la rosa
Del santísimo rosario,
Y así, ser en noche y día
Consolada en mi dolor
Para decir con amor
¡Dios te salve, María!
Y pues de dolor contrito
Y humillado a tus plantas,
Al salir de mi garganta
Este grito de agonía
Para pedir con amor
Al decirte: Madre mía
Sé conmigo generosa
Y yo te ofrezco la rosa
Del santísimo rosario
Al decirte a diario:
¡Dios te salve, María!
Si tu corazón de madre
Olvidando sus dolores
Me otorgara sus favores
Para ser mi dicha garante.
Yo te ofrezco en este día,
Tierna madre dolorida,
Para calmar, de tu herida,
El ardor de su agonía,
Esta rosa del rosario,
Conque te digo a diario:
¡Dios te salve María!
LA MADRE MUERTA
1953
(Esta composición la hice especialmente
para mi amiga: Ercilia Camargo M. )
Eras niña, no más cuando perdiste
Al ser que más amamos en la vida.
Tan niña que quizás no comprendiste
Lo grande del dolor de esa partida.
Han pasado los años y escondido
Como un tesoro inalcanzable llevas
Oculto entre tu ser adolorido
La imagen de la madre como era.
Y ese, tu corazón herido
Emporio de cariño y de dulzura
Lleva siempre la imagen que ha perdido
Como insignia de bien y de ternura.
Entre ella y el hijo no hay distancia
Así la muerte su figura lleve
Porque aún muerta la madre, la fragancia
Y ternura de ese amor es indeleble.
La madre imprime en nuestro ser su vida
Y a cada paso su mirada inquieta
Estrecha más lo que a su ser nos liga
Y aún nos mira así después de muerta.
Dios en su inmensa caridad sublime
Puso ese amor que calma los dolores
Amor que exalta, que anima, que redime
Que cura la traición de otros amores.
Y desde el cielo para dar consuelo
Al triste ser que su cariño llora
Dio la esperanza de que un día en el cielo
Encontrara con el alma a la que implora.
SONETO A MI BANDERA
1953
(Escrito para un homenaje a la bandera
en el Colegio del Prado)
Eres símbolo sublime
Del honor y de la gloria.
A tus plantas se redimen
Los caudillos de la historia.
Eres sangre de la sangre
De los hijos de tu suelo.
Eres sangre y oro grande
Porque copias a los cielos.
Cuando flotas empinada
Sobre el asta que sostiene
El ardor de la jornada,
Van tus hijos cual corceles
Escudados por tu sombra
Escudando tus laureles.
RECUERDO
1953
(Para la familia de León Medina)
En una hora de
nostalgia, volando el pensamiento hacia los tiempos tristes de mi vida, llegó
al dulce hogar de estos primos a quienes nunca olvido y, para dar vida a mi
recuerdo, escribí...
¿Cómo son mis afectos? Muy sinceros.
¿Cómo ha sido mi amor? Incomprendido.
Sólo tiene hacia Dios lo verdadero,
Sólo anhelo en la vida un fiel amigo.
Cuando vuela el recuerdo a lo pasado
Y evocando el ayer sufro y suspiro.
Siempre ustedes se acercan a mi lado
Como imagen de seres muy queridos.
Tras la ausencia y el tiempo van pasando
Como mudos testigos de mi vida
Aquellos viajes al solar, buscando
El tibio ambiente en la amistad sentida.
Raquel y José que en su amor guardaban
Calor de nido al corazón deshecho,
¡Cuántas veces en su casa me esperaban!
Se ensanchaba mi fe sobre sus pechos.
Y aquellos niños, para mí, queridos,
Como un enjambre de palomas, vieron
Al salir de mi pecho los suspiros
Que era grande mi amor y verdadero.
El tiempo y la distancia no han podido
Arrancar de mi pecho los recuerdos
Dulce amor que hacia ustedes he sentido,
Como un haz de mi querer acervo.
Y hoy, que mi musa complacida
Desliza en el papel, mis sentimientos,
Como la más bella página en mi vida
Para ustedes serán mis pensamientos.
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