Nadie entiende mis lágrimas
Tal vez porque jamás han tenido
Una colita como tú
Saludando con amor
Ni los han mirado
Unos ojos de cristal
Siempre en silencio
Amorosos, de verdad
Acariciarte con los pies
O dejar que te rascaras
Mientras veíamos televisión
Compartir dos dedos de leche
O dos cubos de hielo en el agua
Una tarde de silencio
Admirar el cielo desde la hamaca
Valorar los maullidos que salen del alma
Tener algo que hacer cuando regresas a casa
Y cuidar un ser que te levanta de la cama
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