viernes, 30 de diciembre de 2016

Recordando a mi madre

Cómo decirte lo que amo a mi madre ?
No sabría por donde comenzar a hablarte
Si lo que amaba sus arrugas y sus canas
producto de su vida y de sus ganas
Si su pasión por aprender siempre
comida vegetariana o manejar Internet
bailar aunque te duelan los pies
simplemente aprender para curar el estrés
Mi madre es como dice la poesía
"Ella es pequeña y distante...
llena de asuntos lejanos."
Pero siempre la sentí tan cercana
hoy la siento así aunque ya no está
se aseguró de estar en mis oraciones
en mis manias en mis tensiones
en mi cocina, en mi ropa,
en mis hábitos de mamá
y en mis sueños de mujer.


Julio Barranechea
 Círculo
Mi abuela es pequeña y distante,
llena de asuntos lejanos.
Situada al fin de muchos años,
en el comienzo de mi padre.

Es pequeña como una aldea,
y desde ella mi padre un día
salió con su atado de música
a andar por la vida del mundo.

Mi padre fue de pueblo en pueblo,
fue por las ciudades, buscándome,
hasta divisarme escondido
bajo los ojos de mi madre.

Al fondo de sus ojos claros,
estaba yo como un guijarro.

Y mi padre, con el más tierno
de los esfuerzos de su vida,
me saco a sufrir y a jugar
con los otros niños del mundo.

Un día mi padre partió
hacia la tierra del silencio.
Llevaba los ojos cerrados
y en las manos un frío intenso.

Y la abuela ha permanecido
como una cosa de otra vida.
Pequeña aldea que visito
para soñar frente a sus ruinas.

Pequeña aldea del recuerdo,
donde reviven cosas muertas.
Yo soy mi padre para ella,
mi padre que ha dado la vuelta.



miércoles, 21 de diciembre de 2016

Carta de despedida de una anciana

No es mio pero hay tanto de mi en esta historia que imposible no guardarla.


Poco antes de morir, esta anciana escribió quién era realmente. Cuando su enfermera encontró su nota, se quedó sin palabras

Estas palabras son la muestra de que tras cada rostro se esconde una historia. Cada persona mayor tiene un pasado; lleno de buenos y malos momentos. Y aunque no sea fácil cuidar de los mayores, tras ellos hay mucho más de lo que vemos. Se han ganado nuestro respeto y atención. Quizás este poema nos ayude a todos a prestarles más atención a los miembros mayores de nuestra familia. Después de todo, si tenemos la suerte de vivir una larga vida, nos veremos en su lugar.

¿Qué veis vosotras, enfermeras? ¿Qué veis?
¿Qué pensáis cuando me veis? 
Una vieja cascarrabias, no muy lista. 
Con hábitos extraños y mirada distante. 
A la que la comida le cae por la comisura de los labios y nunca responde. 
A la que decís en alto: “Al menos podría intentarlo”.
Que parece no darse cuenta de las cosas que hacéis. 
Y que siempre pierde algo. ¿Un calcetín o un zapato? 
Que, oponiendo resistencia o sin oponerla, deja que hagáis lo que queráis. 
Que ocupa sus largos días con el baño o la comida. 
¿Es eso lo que pensáis? ¿Es eso lo que veis? 
Pues entonces abrid los ojos, enfermeras, vosotras no me veis. 
Os diré quién soy, ahora que estoy sentada
haciendo lo que me decís y comiendo cuando me pedís:
Soy una niña de 10 años, con padre y madre,
hermanos y hermanas, que se quieren. 
Una chica de 16 con alas en los pies, 
que sueña con encontrar pronto el amor. 
Una novia con 20, a la que el corazón le brinca. 
Que recuerda los votos que prometió cumplir. 
Que con 25 ya tiene sus propios niños,
a os que ha de guiar y dar un seguro hogar.
Una mujer de 30, cuyos hijos crecen rápido. 
Unidos los unos a los otros con lazos que han de durar. 
Con 40, mis jóvenes hijos han crecido y se han ido. 
Pero mi marido está conmigo para que no entristezca. 
Con 50 vuelven a jugar bebés en mi regazo. 
Volvemos a conocer a niños, mi amor y yo. 
Días oscuros sobre mí, mi marido ha muerto. 
Miro al futuro y me estremezco. 
Mis hijos tienen sus propios hijos. 
Y pienso en los años y en el amor que conocí. 
Yo soy ahora una vieja. La naturaleza es terrible. 
Me río de mi edad como una idiota.
Mi cuerpo se viene abajo. Gracia y fuerza se despiden.  
Ahora solo queda una piedra, donde latía un corazón. 
Pero en esta vieja carcasa aún vive una mujer joven. 
Y mi maltrecho corazón se hincha.
Me acuerdo de las alegrías, me acuerdo de las penas. 
Y vivo y amo, todos los días. 
Pienso en los años, tan pocos y que se fueron tan rápido.
Acepto el hecho de que nada puede quedar. 
Así que abrid los ojos. Abridlos y mirad.
Nada de vieja cascarrabias.
Mirad más de cerca. ¡Vedme a MÍ!

lunes, 12 de diciembre de 2016

HECTOR

Amigo mio
No sabes cuánto te quiero!
Te extraño todos los días
Y en las lluvias del Técnico.
Hasta tus temores
Eran razón para animarme
Porque aún triste,
Estaba allí para apoyarte.
Dios me de licencia
De verte en un tiempo exitoso
Con un proyecto de vida
Tan fantástico y valioso
Como tu corazón de toro
Tu mente brillante
Tus sueños de niño
Con cuerpo de gigante
Lo que uno hace en tiempo de ocio. Gladys Lucia 12/12/16

poema de ocio

Amigo mio
No sabes cuánto te quiero!
Te extraño todos los días
Y en las lluvias del Técnico.
Hasta tus temores 
Eran razón para animarme
Porque aún triste,
Estaba allí para apoyarte.
Dios me de licencia
De verte en un tiempo exitoso
Con un proyecto de vida
Tan fantástico y valioso
Como tu corazón de toro
Tu mente brillante
Tus sueños de niño
Con cuerpo de gigante
Lo que uno hace en tiempo de ocio. Gladys Lucia 12/12/16

La respuesta (con todo y errores ortográficos)

Son las sombras del pasado las que no permiten que te olvide
Al igual que sol que nunca desampara un día, así mi amor nunca desamparara tu alma
Mi soledad sólo admite tu voz, tus brazos y tus besos.
Ni las distancias ni los vicios han podido alejar nuestro cariño.
Cuanto admiro la gracia y Sabiduría de Dios al haberte puesto a mi lado.
Sólo a Él se le ocurre unir dos mentes capaces de crear una explosión más grande que la nuclear.
Todo eso lo digo no porque mi mente lo piensa sino porque mi corazón lo siente.
Si algún día se me diera la oportunidad de pedir 3 deseos, cada uno de ellos involucraría tu nombre !GLADIS¡